Los investigadores José María Gil y Emilio Virgós denuncian que la principal población silvestre de lince ibérico, la de Andújar-Cardeña, en Sierra Morena, ha perdido más de cien ejemplares en los últimos años por una deficiente gestión de esta especie.
Recuerdan que en 2011 suprimieron los programas de manejo del conejo, justo antes de la aparición de la nueva enfermedad del lagomorfo y advierten de que “el efecto combinado” entre la enfermedad y “la falta de un manejo adecuado” de las poblaciones de concejo “ha tenido un efecto devastador” en la población de Andújar-Cardeña.
Aunque la Junta de Andalucía volvió a soltar conejos silvestres en esta zona en noviembre de 2013, como reclamó Gil en otro artículo científico, esta rectificación llegó con dos años de retraso y cuando la población de Andújar-Cardeña había perdido más de cien linces por muerte o abandono de este territorio “con la consiguiente e irreparable erosión genética, de efectos imprevisibles, para nuestro emblemático carnívoro”.
Según ambos científicos, el panorama este año es “desolador”, pues la densidad de conejo ha empeorado aún más en las mejores zonas de esta población, con un descenso de hasta un 60 por ciento en el río Yeguas, por lo que urgen a que se retome la alimentación suplementaria de conejo como “medida urgente, necesaria e indiscutible”.