El incendio iniciado el 24 de junio en el Espacio Natural de Doñana, que engloba el parque nacional y el natural, quemó unas 8.500 hectáreas y afectó a unas 70 especies de aves, a la mayor parte de los 38 mamíferos característicos de esta zona y a unas 40 especies de plantas amenazadas o de interés.
Así se concluye en el informe ‘Doñana, un mes después de las llamas’, elaborado por técnicos de SEO/BirdLife, en el que además se estima que la recuperación total de la zona es posible a largo plazo, ‘siempre y cuando se actúe con absoluto respeto al espacio y se limiten todas las amenazas a las que está expuesta Doñana’.
El impacto inmediato del siniestro ha sido la pérdida de biodiversidad y, posteriormente, el riesgo de erosión por quedar el suelo casi desnudo.
‘Afortunadamente no se ha quemado todo y las diásporas de subpoblaciones cercanas pueden hacer que se recolonicen las zonas incendiadas’, aseguró Carlos Davila, responsable de la oficina técnica de Doñana de SEO/BirdLife.
Entre las especies de aves afectadas destacan, por su abundancia, paseriformes como el jilguero, el verdecillo, el verderón, el pinzón, el carbonero, la curruca cabecinegra, el herrerillo o el rabilargo, entre otras.