En 1995 una familia puso sus tierras a disposición del Estado y se comprometió a montar la infraestructura necesaria para acoger primates incautados, que hubieran sido introducidos de manera ilegal o fueran víctimas de maltratos.
Así nació Rainfer, el mayor santuario para primates de España, que hoy da cobijo, protección, cuidados sanitarios y alimento a 135 individuos de 25 especies diferentes.
Hasta ahora el centro ha sobrevivido gracias a los aportes de la familia, que ya ha invertido cuanto podía y más en ellos, a las donaciones, el apadrinamiento y a la irrisoria suma de 20 mil euros anuales que les otorgan desde la Secretaría de Estado de Comercio.
Los residentes son básicamente herbívoros por lo que se comen la friolera de 3 toneladas mensuales de verduras y frutas, lo cual representa un gasto fijo de 3000 euros, a ello se le debe sumar las medicinas, los cuidados especiales, los complementos nutricionales, el sueldo de una veterinaria fija y los de cuatro empleados para tareas de alimentación, mantenimiento y limpieza.
Durante muchos años, este santuario fue prácticamente secreto, ya que la idea era darles un sitio de reposo a estos sufridos animales, pero tras el duro golpe económico que supuso para la familia la crisis del país, hace 4 años no tuvieron otra opción mas que abrir el centro a los visitantes, con el fin de dar a conocer su trabajo y conseguir el apoyo económico de la gente para poder seguir adelante.
Rainfer ha puesto en marcha una campaña para recaudar fondos para conseguir el dinero que les permita calefaccionar el centro, la cual ha tenido una excelente acogida y al menos en Diciembre está asegurado el confort mínimo de estos animales.
Pero el santuario necesita una suma mínima para sobrevivir y hasta ahora, no tienen una fuente de ingresos segura, que les permita respirar tranquilos y les asegure que sus animales podrán seguir disfrutando de la paz y los cuidados que se merecen.
Esta familia que ha sacrificado los ahorros de toda una vida y que durante veinte años ha luchado por dar a estos primates algo de dignidad y seguridad, tras una vida de maltratos y vejaciones, hoy tiene una preocupación mucho mas grave que el cierre del centro y es que si no pueden continuar, no quieren ni imaginar cuál será el destino de sus amados animales.