Hace un mes, la cadena más grande de tienda de mascostas e insumos de España, Kiwoko, anunció que ya no vendería perros ni gatos.
En vez de esto, los entregaría en adopción de manera gratuita, junto con implementar en cada una de sus tiendas un centro veterinario donde los desparasitan, vacunan y les dan servicio de peluquería antes de entregarlos a sus nuevas familias.
La iniciativa surgió tras escuchar una serie de peticiones de parte de organizaciones y ciudadanos preocupados porque en la mayoría de las tiendas los reptiles no contaban con sistemas de calor; por los perros que tenían que aguantar desde las 10 de la mañana a las 10 de la noche la música alta; y por el hacinamiento en las jaulas de otros animales como conejos, hámsters, hurones, pájaros, tortugas, peces, que posiblemente no serán vendidos.
La medida fue aplaudida por grupos animalistas y los clientes. Sin embargo, la organización Animalia Naturalis aún ve un pero en el asunto. A través de una publicación en su sitio web, han manifestado que es insuficiente e incongruente que la tienda haya dejado de vender perros y gatos, pero siga comercializando animales de otras especies, pues se supone que la iniciativa partió de una toma de conciencia de que los animales no son propiedad ni objetos de compra-venta, sin importar su especie.