Las partidas de caza en busca de lobos son cada vez más habituales. De hecho, cada año, las comunidades autónomas con poblaciones de Canis lupus autorizan matar más de 200 ejemplares.
Las licencias se han multiplicado por cinco en 20 años para una población que oscila entre los 2.000 y 2.500 miembros.
A eso hay que añadir los lobos que mueren a manos de furtivos. Según Ecologistas en Acción, eso podría añadir otros 50 ejemplares. Sin embargo, los responsables de salvaguardar y gestionar esta especie protegida no admiten el volumen real de muertes que se dan en sus territorios.