Las rutas marítimas son cada vez más numerosas y los barcos infestaron por completo casi toda la superficie del Océano Atlántico en 2021.Las ballenas tienen cada vez menos hueco para poder nadar, y sortear los barcos no siempre es posible. Para evitar más desgracias, un laboratorio de la Institución Oceanográfica Woods Hole y la empresa naviera CMA CGM están trabajando juntos en un sistema para alertar a los barcos de la posición de las ballenas en tiempo real.
Conocer cuanto antes la posición de las ballenas ayudará a poder esquivarlas
Este sistema de alertas se lleva a cabo gracias a unas boyas equipadas con tecnología de captación de sonido. Estas boyas con capaces de recoger el sonido del canto de la ballena y estimar su posición con increíble precisión.
No funciona en tiempo real, pero con un par de horas de margen la tripulación del barco ya sabe dónde están las ballenas de la zona, y podrán alterar ligeramente el rumbo para esquivarlas.
Este tecnología no es nueva, y hace ya décadas que podemos registrar los movimientos de las ballenas. Sin embargo, esta tecnología ofrece los datos en tiempo récord. Mientras que en el pasado se emitían desgloses aproximados de la posición de ballenas cada varios meses, ahora se puede conseguir en apenas dos horas. Así lo explica Mark Baumgartner, biólogo marino en Woods Hole:
“Tenemos que cambiar nuestras prácticas industriales cuando las ballenas están cerca. Eso es lo que permite esta tecnología. Trabajar mano a mano con la industria nos permite diseñar sistemas que realmente se puedan implementar”
Con “la industria”, Baumgartner se refiere a su alianza con el gigante naval CMA CGM. Esta empresa realiza viajes transatlánticos a diario, y son los primeros en equipar esta tecnología en sus barcos. La empresa sugirió que estas boyas se colocasen en la trayectoria de puertos muy transitados como Virginia o Savannah, para que así recibiesen los datos el mayor número de barcos. Con este sistema equipado, la tripulación sabe si en esas zonas hay ballenas y puede reaccionar a tiempo cambiando el rumbo o reduciendo la velocidad.
Gracias a estas medidas de prevención, las ballenas del atlántico estarían mucho más seguras. Esta nuevo tecnología evitaría este tipo de accidentes que, aunque cueste creerlo, son una de las causas principales de muerte en ballenas de esas zonas. Por ahora, una gran parte de la flota de CMA CGM ya está conectada con estas boyas, que en esencia, no son más que un semáforo para que las ballenas puedan nadar sin riesgo.