Una ballena extremadamente delgada fue encontrada muerta en las costas del suroeste francés con 16 kilos de plástico en el estómago.
La encontraron fría y tiesa sobre la arena, con la boca abierta. En su interior, la ballena varada en la costa francesa tenía 16 kilos de plástico en el estómago. Pertenecía a la especie picuda de Cuvier (Ziphius cavirostris), y era una hembra de poco más de 5 metros de largo. Parte de su cadáver ya estaba en descomposición. La basura que le costó la vida tardará siglos en degradarse.
Encallar en la costa francesa
El cuerpo fue encontrado sobre la playa de Messanges, un poblado costero al suroeste de Francia que da al Océano Atlántico. Una vez que fue retirada de ahí, se le hizo una necropsia para determinar la causa de muerte. De acuerdo con el equipo de conservacionistas que realizó las pruebas, del Observatorio Pelagis e Itsas Arima, la ballena perdió la vida debido a la cantidad de plástico en su estómago.
No es la primera vez que un mamífero masivo muere a causa de la contaminación plástica que termina en el mar. Por el contrario, es lamentable este tipo de incidentes que son comunes por la cantidad de desechos que terminan en las profundidades marinas. Entre los artículos encontrados al interior de la ballena destacan bolsas desechables, envoltorios y paquetes de pasta.
Una vez que este tipo de basura ingresa al organismo de un ser vivo, hay poco que se pueda hacer. De acuerdo con el coordinador de la red de varamientos de Pelagis, Willy Dabin, este tipo de desechos se pegan a las paredes intestinales de los cetáceos, y obstruyen la captación de nutrientes necesaria para que vivan sanamente. Eventualmente, el mal se expande a todo el cuerpo, y trae consigo la muerte.
No es la primera vez que una ballena muere por plástico en el estómago
De acuerdo con Pascal Ducasse, corresponsal de Pelagis, es la primera vez en siete años que un incidente así se presenta en las costas de Francia. Sin embargo, el plástico no fue la única razón por la que la ballena perdió la vida. Por el contrario, según los científicos que realizaron la necropsia, el ejemplar ya tenía una condición parasitaria.
La ingesta de plástico incidental no ayudó a que su enfermedad progresara favorablemente. Por el contrario, la empeoró. Con un mal funcionamiento los riñones, sus habilidades para obtener alimento y nadar se habían mermado significativamente. Tener 16 kilos de plástico en el estómago aceleró su muerte.
Los expertos observaron que la ballena estaba extremadamente delgada. A pesar de que la afección considerable en su operación renal fue un factor definitivo para su debilitamiento y mala condición física, el hecho de haber encontrado más de diez kilos de basura en su interior revela un problema aún más profundo, que obstaculiza la conservación de los cetáceos en los mares del mundo.