Hay más de 2.000 especies “perdidas” en el planeta: no están extintas, pero somos incapaces de encontrarlas

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La naturaleza nos ha demostrado cómo la capacidad de una especie para adaptarse a las condiciones de vida presentes en un lugar determinará su evolución o, por supuesto, determinará su extinción. En todo el mundo, hay miles y miles de especies que están en peligro de desaparición, pero lo cierto es que hay otras muchas de las que no se tienen noticias en años. Para poder declarar extinta una especie determinada, es necesarios que transcurran una serie de años sin tener noticias de la misma.

Aun así, hay otras muchas especies que se sabe que no están extintas, pero que, por alguna u otra razón, llevamos mucho tiempo sin haber tenido noticias de ellas. Hay muchos ejemplos en el mundo. Esto incluye, además, a seres vivos de los 2 tipos, tanto flora como fauna. ¿Qué podemos entender acerca de lo que está ocurriendo en todo el mundo? En la conocida Lista Roja IUCN de Especies Amenazadas no aparecen de forma separada estos ejemplares protagonistas. Para tener más noticias sobre ellos hay que acudir a otras fuentes.

En este caso en particular, la ONG Re:wild dispone de un registro en el que se puede observar, de forma autónoma, aquellas especies de las que se ha perdido el rastro.

Veamos, por tanto, cuáles son las características más destacadas que se pueden observar tras la comprobación de la lista, por qué se trata de un conjunto de especies que se cuenta por más de 2.100 ejemplos y, por supuesto, qué repercusión puede tener esto en la regulación natural que se produce en los ecosistemas a diario. He aquí las claves diferenciales para entender la idoneidad de este curioso registro.

Un registro pensado para determinar qué especies hace tiempo que no vemos

Cada año se tiene constancia de miles de nuevas especies de animales y plantas en todo el mundo. Esto se debe a mutaciones de otras presentes en la actualidad que terminan desarrollando diferentes habilidades, dieta o estilos de vida, entre otros. El ser humano puede tardar decenas, o incluso cientos de años, para comprobar cómo se han materializado estos cambios para poder catalogar a ejemplares como miembros de otra nueva especie. De igual manera, aún hay muchas áreas del Planeta por explorar, de ahí el gran incremento de opciones disponibles en el mundo.

Aun así, hay muchos ejemplos que demuestran la idoneidad de esta curiosa y peculiar lista. Algunas de las especies presentes en el registro únicamente han sido divisados en alguna ocasión por el ser humano. En su momento, fueron reportados a las Autoridades y, gracias a ello, se tiene constancia de su existencia. Sin embargo, pasados unos años de dichos encuentros, no se ha vuelto a tener constancia de nuevos avistamientos. Si se cumple esto, estaríamos hablando de un nuevo candidato a pertenecer a esta curiosa base de datos.

Una de las principales curiosidades del portal es que hay disponible un Top 25. Ahí es posible disfrutar de información más personalizada sobre algunas de las especies que fueron vistas en alguna ocasión hace años y que, sin embargo, se dejó de tener constancia de ellas nuevamente. Se trata, sin duda alguna, de un ejercicio de búsqueda que, en muchas ocasiones, no ha sido posible debido a la falta de recursos financieros.

Entre los ejemplos más característicos podemos encontrar el bagre gordo (perdido hace 65 años), el ratón de Togo (perdido hace 132 años) y el Kokako de la Isla del Sur (perdido hace 15 años). Así hasta 2.100 especies distintas de las que se han reportado varios ejemplares o, en cambio, simplemente uno solo. Se trata de un ejercicio de recopilación de datos que puede servir para detectar miembros de una especie determinada con el objetivo de garantizar que no se ha producido la extinción.

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