Lorraine Culloch y Mike Roberts andaban perdidos con su auto por el fiordo de Moray, el más grande de Escocia, en Reino Unido, cuando observaron un delfín que les llamó la atención cerca del estuario de Cromarty.
Su piel tenía ampollas y el lado superior derecho estaba completamente despellejado. Había permanecido 24 horas fuera del agua, en las marismas, y se había quemado por el sol.
Sucedió a fines de mayo, pero su aspecto hoy día es bien diferente gracias a algunos voluntarios de rescate marino y ciudadanos, que hicieron un esfuerzo por reflotar al animal y devolverlo al agua.