La tortuga marina de Japón, llamada Yu-Chan, pudo volver a nadar después de que se le implantaran dos prótesis en sus aletas frontales. La iniciativa fue impulsada desde hace varios años por un grupo de biólogos.
Precisamente, los biólogos del Parque Suma Aquafile de Kobe, Japón suponen que este ejemplar de tortuga boba o caguama, de 25 años, perdió ambos miembros en un ataque de tiburón en el Pacífico.
El grupo de investigación se dedicó los últimos cuatro años a fabricar una prótesis perfecta y después de varios intentos consiguieron fabricar las complejas prótesis.
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