El Servicio de Conservación de la Fauna keniana inauguró el primer laboratorio forense en el país especializado en la búsqueda de pruebas y evidencias judiciales para procesar a los cazadores furtivos.
El laboratorio generará una base de ADN que facilitará la identificación de productos confiscados con el animal asesinado, lo que permitirá “más condenas” para estos cazadores furtivos, explicó el doctor y director de los servicios veterinarios del KWS, Francis Gakuya.
“Analizaremos las pruebas que nos entreguen los investigadores usando técnicas de estudio del ADN. Una vez recibimos las pruebas, son registradas, analizadas y se genera un informe. Todo esto debe seguir los requerimientos de custodia de la cadena de pruebas”, explicó.
El laboratorio apoyará las funciones de las unidades de Inteligencia e Investigación, que procesarán las “escenas del crimen” y recogerán pruebas y muestras para el laboratorio.
Esta iniciativa sigue el ejemplo de Sudáfrica, explicó Gakuya, donde un 61 por ciento de los acusados de caza y tráfico ilegal de cuerno de rinoceronte entre 2013 y 2014 fueron hallados culpables por los tribunales.
En ese país, es frecuente que los traficantes de cuerno de rinoceronte aseguren, al ser detenidos con el producto, que han cazado el animal de forma legal tras pagar a un propietario privado para abatirlo como trofeo.
El cotejo del ADN del cuerno con el de las muestras de los rinocerontes abatidos por furtivos hace posible desmentirlos y establecer exactamente de qué rinoceronte proviene.