La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, presentó una propuesta para transformar las corridas de toros en la capital, eliminando la violencia, la crueldad, la sangre y la muerte del animal.
En una conferencia de prensa, Brugada destacó que su iniciativa busca mantener esta tradición cultural, pero adaptándola a un modelo “libre de violencia”.
Los siete puntos de la propuesta de “corridas de toros sin sangre”
La reforma planteada por Brugada incluye los siguientes lineamientos clave para redefinir la tauromaquia en Ciudad de México:
- Prohibición de la violencia en las corridas de toros.
- Creación de la figura jurídica de “espectáculo taurino libre de violencia”, que permitirá continuar las actividades en la Plaza México bajo nuevas reglas.
- Prohibición de la muerte del toro, tanto dentro como fuera de la plaza.
- Regreso del toro a su ganadería una vez concluido el espectáculo.
- Prohibición del uso de objetos punzantes, como banderillas, espadas y lanzas, permitiendo únicamente el uso del capote y la muleta.
- Protección de los cuernos del toro para evitar lesiones a otros animales o personas.
- Límite de tiempo de 10 minutos por toro en cada corrida.
Brugada subrayó que esta propuesta no solo busca preservar los empleos asociados a la Plaza México, sino también posicionar a la capital como un referente mundial en un modelo taurino renovado y ético.
Reacciones y controversias
La propuesta ha generado reacciones encontradas. Mientras que algunos sectores ven en esta iniciativa una oportunidad para modernizar la tauromaquia, otros, como el diputado Pedro Haces, han expresado su descontento.
Por su parte, representantes de matadores, ganaderos y empresarios taurinos manifestaron su sorpresa y rechazo, argumentando que no fueron consultados sobre la reforma. Salvador Arias, abogado especializado en normatividad taurina, señaló que este modelo ya fue implementado sin éxito en las Islas Baleares, España, donde fue revertido tras el desinterés del público y una sentencia judicial que cuestionó su validez cultural.
Un debate cultural y ético
Los defensores de las corridas tradicionales argumentan que los toros de lidia no forman parte de un ecosistema natural que deba protegerse, ya que son criados exclusivamente para este propósito. Además, consideran que prohibir la violencia en las corridas podría sentar un precedente para restringir otras actividades con animales.
Por otro lado, Brugada y sus aliados sostienen que esta transformación es un paso necesario hacia un modelo más ético y sostenible, que respete los derechos de los animales sin eliminar la tradición taurina.
Cómo se originaron las corridas de toros en México
En México, la tauromaquia llegó con la conquista española y se tiene registro de que el día 13 de agosto de 1529 se realizó la primera corrida de toros en México; esto para festejar la toma de Tenochtitlán, en la que participaron seis toros y a dos les dieron muerte. La corrida tuvo lugar en la Plaza Mayor, ya que en aquellos años no había un lugar dedicado para estos eventos.
Los toros fueron introducidos a América en 1527 por Juan Gutiérrez de Altamirano, primo de Hernán Cortés, quien trajo doce pares de toros y vacas de lidia de Navarra, España, para la Hacienda de Atenco ubicada en el Estado de México.
Durante el siglo XVI y XVII las corridas de toros alcanzaron gran popularidad en el país, llegándose a celebrar varias corridas en la Plaza del Volador (hoy Zócalo de la CDMX), en donde el virrey y el Cabildo de la ciudad podían disfrutar del espectáculo desde sus balcones.
Foto de portada: Sean M. Haffey/Getty Images/AFP
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!