Un águila coronada que portaba un rastreador satelital fue encontrada muerta en cercanías de Jacinto Arauz, al pie de un línea de electricidad. Durante el año pasado, una treintena de aves de tamaño intermedio a grande tuvieron la misma suerte.
‘El águila coronada es una especie en peligro de extinción y una de las aves de presa de mayor tamaño que habitan nuestro país’, recordó Maximiliano Galmes, un joven investigador universitario que estudia las aves rapaces de nuestra región, en declaraciones a El Faro, en Radio Noticias. Galmes es uno de los integrantes del Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces (Cecara), un instituto de la Universidad Nacional de La Pampa, que junto al Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales (Incitap) lleva más de 10 años realizando estudios sobre esta especie en nuestra provincia.
Los investigadores del Cecara hacen un monitoreo continuo del movimiento de los individuos mediante transmisores satelitales y dispositivos GPS que les colocan a las águilas jóvenes antes de que abandonen sus nidos. Una de estas águilas, nacida en la zona del Valle de Daza en el centro-oeste provincial y equipada con un transmisor en febrero de 2012, es la que se encontró electrocutada en cercanías de Jacinto Arauz, en el sureste provincial.
La colocación del transmisor permitió durante más de un año seguir los movimientos de la rapaz. En ese tiempo, se desplazó a más de 400 kilómetros de su área natal, alcanzando la costa del Río Negro en el límite entre la provincia homónima y la provincia de Buenos Aires, antes de regresar a La Pampa a mediados de febrero de este año. Desde entonces, y a raíz de la sospechosa quietud del individuo, un equipo del Cecara se desplazó hasta el lugar y encontró el panorama más triste: los restos del águila a los pies de la línea eléctrica.
‘La electrocución en tendidos eléctricos es una problemática común en aves de gran tamaño, particularmente para las aves rapaces que suelen utilizar los postes de electricidad como lugares donde habitualmente se posan’, explicó Galmes. ‘En un monitoreo de tendidos eléctricos realizado por investigadores del Cecara en el oeste pampeano en 2012 se registraron unos 30 casos de electrocución de aves, en su mayoría rapaces como jotes, caranchos y varios ejemplares de águilas coronadas. Estos incidentes que representan una verdadera amenaza, especialmente para el águila coronada, suponen también un importante trastorno y hasta pérdidas económicas para los encargados de la distribución de energía por los cortes que ocasionan’, relató.
A juicio de los especialistas, la crítica situación de conservación del águila coronada requiere ‘que se tomen medidas para evitar nuevos incidentes de electrocución’. Una alternativa es la modificación de los diseños de los tendidos eléctricos para evitar nuevas muertes de estas y otras especies de aves silvestres.
La Arena – Radio Noticias