La glamorosa Parรญs sufre en la actualidad una plaga de chinches tan grave que se ha convertido en debate nacional.
Estos diminutos parรกsitos, conocidos por sus picaduras nocturnas en busca de sangre humana, no solo habitan los colchones, sino que se pueden encontrar en cualquier parte, desde los transportes hasta las butacas de los cines.
Algunas escuelas han cerrado para desinfectar. Medios como Libรฉration y Le Parisien han llevado el problema a sus portadas recientemente, hablando hasta de โpsicosisโ entre los ciudadanos, mientras la alcaldรญa socialista de la capital, encabezada por Anne Hidalgo, y el Gobierno de Emmanuel Macron se echan la culpa mutuamente.
La situaciรณn resulta especialmente llamativa a pocos meses de la celebraciรณn de los Juegos Olรญmpicos. Sin embargo, no es un problema exclusivamente parisino: el 11% de los hogares franceses estarรญa afectado, segรบn calculan las autoridades sanitarias, que dicen gastar unos 230 millones de euros anuales en desinfecciones; y no se libran Marsella, Lyon ni Burdeos.
Con esta situaciรณn, a la polรฉmica no faltan ingredientes extravagantes. Uno de ellos es una teorรญa de la conspiraciรณn que atribuye la plaga a una propagaciรณn intencionada por parte de un siniestro personaje que dice odiar Francia y alardea en redes sociales de enviar las chinches por correo.
Lo saben bien en muchos rincones de Espaรฑa
Entre los lugares donde aparecen de manera mรกs frecuente estรกn los centros hospitalarios, ya que las chinches tienen a su disposiciรณn a muchos pacientes que van rotando y, mientras estรกn ingresados, pasan largas horas tumbados.
El Hospital Universitario Perpetuo Socorro de Albacete y el Hospital Civil de Mรกlaga detectaron plagas este mes de agosto; mientras que el Virgen del Rocรญo en Sevilla o el Hospital Clรญnico de Valencia llegaron a cerrar algunas dependencias hace un aรฑo por el mismo motivo.
A la vez que en Parรญs, los habitantes de Ciudad de , que tampoco son una novedad en Nueva York. ยฟDe dรณnde viene este fenรณmeno?
El parรกsito que te espera en la cama
โHace entre 10 y 15 aรฑos que los chinches estรกn aumentando de una forma preocupante, estamos teniendo verdaderos problemas, lo que antes era anecdรณtico se ha convertido en habitualโ, afirma en declaraciones a El Confidencial Javier Lucientes, catedrรกtico de Parasitologรญa y Enfermedades Parasitarias del Departamento de Patologรญa Animal de la Universidad de Zaragoza.
Las chinches miden unos cinco milรญmetros, son de color marrรณn rojizo y se alimentan de la sangre de diversos animales, desde roedores hasta aves de corral.
El comportamiento de estos insectos es realmente peculiar, ya que nos pican cuando estamos en la cama.
โSe alimentan por la noche y se esconden hasta ese momento, en que somos mรกs vulnerables, en el colchรณn, bajo la cama, en la alfombra o en los huecos de las paredesโ, comenta Lucrecia Acosta, profesora de la Universidad Miguel Hernรกndez de Elche.
La buena noticia es que, a pesar de que su picadura es muy molesta y su saliva contiene agentes infecciosos, hasta ahora no se han relacionado con enfermedades humanas y, salvo reacciones alรฉrgicas, no provoca patologรญas graves.
La mala noticia es que, una vez que se introducen en una casa, es muy difรญcil darles esquinazo. โSi te quedas dormido en el sofรก, te van a buscarโ, apunta Javier Lucientes, โporque son capaces de guiarse por el COโ o por el calor que desprendemosโ.
Asรญ que, en realidad, como buenos parรกsitos, estรกn estrechamente unidos a nosotros. No solo somos su fuente de alimento, tambiรฉn su vehรญculo de propagaciรณn, la mayor parte de las veces de forma inadvertida.
En los hoteles, โyo dejo la ropa en la maleta y la cierroโ, afirma el experto. La cuestiรณn es quรฉ estรก pasando en la actualidad para que las chinches vivan su รฉpoca mรกs dulce a pesar de todas nuestras medidas de higiene.
De la casi desapariciรณn a la plaga mundial
La pregunta es aรบn mรกs interesante si tenemos en cuenta un dato: a mitad del siglo XX estuvieron a punto de ser erradicadas.
Sin embargo, aquel golpe tuvo un efecto inesperado. โLos que quedaron se han ido haciendo resistentesโ, explica la experta de la Universidad Miguel Hernรกndez, โesa resistencia se ha ido heredando y se ha generalizado, y ahora tenemos el problema de que muchos de los insecticidas de uso autorizado no funcionanโ.
Tan solo las empresas de erradicaciรณn de plagas, a travรฉs de la combinaciรณn de varios mรฉtodos, tienen las herramientas adecuadas para acabar con ellos y, aรบn asรญ, resulta muy complicado hacerlo.
Una revisiรณn de estudios publicada en 2012 en la revista Clinical Microbiology Reviews situaba el resurgimiento de los chinches en la dรฉcada de 1990. Al igual que en ocurriรณ con el covid, en este caso, โla globalizaciรณn es nuestro gran problemaโ, destaca la investigadora.
La facilidad de los desplazamientos y el turismo de masas parecen ser factores clave en el regreso de un problema que casi habรญamos olvidado. Ya en 2010, Nueva York estaba en crisis por este problema: uno de cada 10 habitantes de la ciudad aseguraba sufrirlo y el alcalde de aquella รฉpoca, Michael Bloomberg, decidiรณ abordar el problema abiertamente para tratar de que no afectase a los millones de visitas anuales, llegando a distribuir folletos explicando la situaciรณn.
Los lugares de descanso de los turistas se han convertido en un nodo de transmisiรณn. De hecho, se ha demostrado que โuna sola hembra preรฑada puede colonizar un hotel de 300 habitacionesโ.
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