El martes, durante los festejos por el “último primer día de clases”, alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad de La Plata le arrojaron petardos a un perro, que finalmente murió desangrado en la intersección de las calles 58 y 9 y Diagonal 73.
La algarabía de los jóvenes no tiene reglas, el único lema a respetar es “previar desde la noche anterior, meter fiesta en las adyacencias del colegio e ingresar al primer día del ciclo lectivo sin dormir”, según relatan en las redes sociales. La ausencia de las autoridades de varias instituciones privadas y de los padres encendió una luz de alerta.
La respuesta de los directivos de distintos colegios fue la misma: “Están fuera de la escuela y a cualquier horario. ¿Qué podemos hacer nosotros?”, se preguntaron, sin saber cómo resolver el descontrolado festejo que en varias escuelas resultó conflictivo. A pesar de vestir los uniformes de las instituciones privadas, las sanciones nunca llegaron.
Enceguecidos por la celebración, dos muchachos del Sagrado Corazón fueron los que no tuvieron piedad de un perro que se acercó al festejo, atraído por el ruido. Las versiones son dos: vecinos aseguraron que le tiraban los petardos al animal y luego se reían, cuando quedaba herido tras la explosión: ‘Llegaron a ponerle un explosivo en cada oreja y otro en la boca’, reconocieron.
En su defensa, los jóvenes sostuvieron que ellos tiraban las bombas y el can las mordía. Lo cierto es que el perro terminó gravemente herido y minutos más tarde yacía sin vida en la vereda, a pesar que un parroco lo llevo de inmediato a la guardia de la Facultad de Veterinario. El hecho conmocionó a los transeúntes que se dirigían a primera hora a sus trabajos. Uno de ellos manifestó en diálogo con NOVA: “Algunos de los jóvenes se retiraron impactados, la sangre del pobre animal les hizo ver el límite; pero otros se reían a carcajadas, festejando vaya uno a saber qué”.
Agencia NOVA