“De lo que se muestra acá, no se había descubierto nada en Argentina y América del Sur, y me animo a decir que en todo el Hemisferio Sur, hasta que empezó este proyecto hace 40 años”, afirmó en diálogo con Télam Zulma Gasparini, especialista de reptiles marinos en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
El hallazgo inédito implicó preparar “gran parte del original en el Museo de La Plata, y a viajar a Europa, donde se habían encontrado siglos atrás algunos animales parecidos, con los que se hizo un trabajo de anatomía comparada para ver las características de los especímenes del Hemisferio Norte respecto a los que descubríamos en nuestra Patagonia”.
“Lo más grave es que nosotros nos teníamos que formar, porque no había escuela ni antecedentes de los animales”, rememoró.
Para los hallazgos, “hemos trabajado con geólogos y, siempre, con la gente que vive en el lugar, porque no hay quien conozca más que el poblador, el que lleva y trae ovejas, el que está todo el día en el campo e intercambia ese conocimiento del terreno de generación en generación”.
Gasparini habló de la intención de los investigadores de transferir el conocimiento científico “con charlas en los colegios, las radios y televisiones locales, de modo de que la gente valore lo que tiene, sepa que es suyo y lo cuide”.
“Uno, como cualquier científico, está haciendo docencia en muchas áreas: formando nuevos científicos y transfiriendo conocimientos a toda una población, a veces un humilde pueblito que tiene la `llave` por estar asentado en un yacimiento riquísimo”, enfatizó.
El espécimen es el primer plesiosauro -reptil que habitó los mares desde fines del Triásico- que el MACN exhibe en su historia.
De unos tres metros de largo, el espécimen fue bautizado “Tuarangisaurus cabazai” en homenaje a Héctor Cabaza, director del Museo de Ciencias Naturales de Lamarque, Río Negro, quien lo halló guiado por pobladores rionegrinos.
Cuesta hoy imaginarse un sur patagónico cálido, como lo fue en el pasado remoto: “Hace unos 80 millones de años, el Océano Atlántico había invadido buena parte de Patagonia, transformándola en un archipiélago en el que vivían los dinosaurios en tierra y los plesiosauros en mares, los malos de la película”, relató Gasparini.
“Se sabe por estudios geológicos y de polen que había temperaturas altas y clima húmedo, de manera que el paisaje era casi tropical, como pensar en el Caribe en nuestra Patagonia que, después de mucha historia, se transformó en el desierto que hoy tenemos”, refirió.
Zulma Brandoni de Gasparini es especialista de reptiles marinos en la división Paleontología de Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, donde trabaja junto a Marta Fernández, ambas doctoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet.
“Este proyecto tiene 40 años, en los que fuimos sumando becarios, investigadores, tesistas, y hoy está en manos de Marta Fernández porque se va pasando la posta de unos a otros, con una satisfacción muy grande porque sumamos prácticamente cuatro generaciones de investigadores”, contó Gasparini.
En la imponente sala de Paleontología del Museo -en la Avenida Angel Gallardo al 500, en Parque Centenario- el nuevo sector está dedicado a los “Monstruos de los mares prehistóricos de la Argentina”, con una instalación inspirada en las aguas patagónicas de hace 150 millones de años.
Ictiosaurios parecidos a peces lagartos; mosasaurios de larga aleta caudal; talatosuquios con forma de cocodrilos: se exponen en réplicas de la laja en la que fueron hallados incrustados, o con las reconstrucciones de sus esqueletos, tomando vida en un video que reproduce en una pantalla el prehistórico mundo submarino.
Entre esos especímenes está la réplica del flamante “Tuarangisaurus cabazai”, cuya reconstrucción y montaje fue realizado por el técnico en paleontología Marcelo Isasi y el artista Jorge Blanco, con la dirección científica del paleontólogo Fernando Novas.
En la jornada, coincidente con el 201 aniversario de la creación del MACN, recibió una distinción a la trayectoria científica el químico, biólogo y entomólogo Axel Bachmann, nacido en 1927, investigador del Conicet, formador de generaciones de taxónomos y que continúa concurriendo una vez por semana al Museo.
En un acto del que participaron el director del MACN, Pablo Tubaro, y el vicepresidente del Conicet, Santiago Sacerdote, también fueron distinguidos con un diploma y un presupuesto para sus respectivos laboratorios los becarios Laura Cruz, Ignacio Chiessa, Marcos Arcoli, María Panebianco y Cáceres Sáenz.