Adoptó un pastor alemán que fue gravemente herido durante la guerra de Ucrania y en acto de empatía y gran humanidad decidió darle una nueva vida la Policía de Hungría.
Con tres años de edad, Rambo disfruta ahora de una nueva vida lejos del conflicto y trata de llevar a cabo sus nuevas tareas a pesar de sus traumas y de haber perdido parte de la cara en un bombardeo, que lo dejó herido.
Rambo fue entrenado como perro del Ejército, pero tras sufrir heridas de gravedad que adoptó, fue apartado y traslado a Budapest, donde se ha reinsertado como perro de terapia visitando escuelas donde sirve de ejemplo a niños y jóvenes.
Su historia incluye haber superado una larga operación para reconstruir parte de su mandíbula. Los médicos aseguran que es un milagro que el can haya sobrevivido.
El sufrimiento de los animales
La guerra está dejando incontables tragedias humanas. No obstante, el conflicto humano también trastornó la vida de los animales de Ucrania, otras víctimas de la guerra.
Muchos murieron debido a los bombardeos, mientras que otros mueren de hambre. Y es que muchos de esos animales han sido abandonados por sus dueños, especialmente los perros más grandes.