Ayer, 51 cajas con monos del Cemic, de la especie Cebus apella, comúnmente conocidos como cai o capuchinos, partieron en un vuelo de KLM desde Ezeiza rumbo a Sudáfrica.
Liberados del antiguo laboratorio de experimentación del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic) en el barrio porteño de Saavedra, tras largas y arduas gestiones, estos monos encontrarán su nuevo hogar en el Hidden Forest Sanctuary en KwaZulu-Natal, un santuario multiespecie que recibe turistas. Sin embargo, otros siete monos macacos (Macaca fascicularis), nativos del sudeste asiático, permanecerán por ahora en el subsuelo del mismo establecimiento.
El bioterio donde los monos han vivido en jaulas de 1 por 1 metro con luz artificial, fue inaugurado en 1983 en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) destacó en un documento de septiembre de 2022 que el bioterio sirvió como lugar de trabajo para científicos y técnicos dedicados a investigar los mecanismos que permiten la perpetuación de las especies más allá de la muerte de sus individuos.
El documento solicitado por el Cemic, detalló los posibles destinos de los monos tras el cierre del último centro de experimentación con primates del país.
El informe evaluó opciones de relocalización en Argentina y Uruguay, y enumeró lo siguiente sobre los monos cai: “29 individuos son óptimos para el traslado, 10 son subóptimos y 24 no son trasladables”. Para los individuos no óptimos, se recomendó la eutanasia debido a la avanzada edad o problemas de salud que impedirían soportar el proceso de traslado. Aun así, el informe sugirió considerar las capacidades del centro receptor para manejar individuos longevos.
“En Argentina hay muchos centros a donde se podrían haber llevado los monos caí, que ninguna manera no se iban a poder liberar, pero sí pueden vivir una vida más acorde a la de ellos. Decidieron llevarlos a Sudáfrica. Querían llevarse los monos caí del país y fue algo muy mal hecho. La verdad es que se intentó pararlos. No hubo manera. Desde la subsecretaría de Ambiente también me dijeron “Que se fueran”. El temor era pensar en un viaje tan largo, de tantas horas”. En el transcurso de estos 3 años, mientras trabajamos en su traslado se murieron 15 animales, “hasta donde sabemos”, declaró Isabel de Estrada a Noticias Ambientales.
También comentó, “Se hizo todo al revés, se llevaron a los cai que son de la zona y se quedaron los macacos que son de Asia, el sur de Europa y el norte de África.
Los capuchinos son conocidos por su inteligencia y similitudes con los humanos, razones por las cuales se han utilizado extensamente para experimentación. Estos monos son nativos exclusivamente de América del Sur y tienen habilidades sorprendentes, como abrir puertas, desconectar alambres y romper frutas y cangrejos con piedras para acceder a su interior.
Desde 2021, el último laboratorio de experimentación con monos del país no los ha sido utilizado para tal fin. Desde entonces, los monos han esperado ser trasladados a un santuario o reserva en Argentina. Tras numerosas negociaciones, querellas y la muerte de 15 animales, un acuerdo con tres fundaciones holandesas, que cubrieron todos los gastos, decidió el destino de los animales: África, un continente al que estos monos no pertenecen, pero donde estarán en mejores condiciones que en las pequeñas jaulas del oscuro subsuelo del Cemic.
El Hidden Forest Sanctuary informó sobre la preparación de un espacio especial para recibir a los capuchinos, fuera del bosque propiamente dicho. El acuerdo incluye agradecimientos a Primate Protection League, Annelies Moolenaar, presidente de Wings for Animals KLM, y la ONG Red een Dier por financiar el rescate.
A pesar de que la política en nuestro país y en otros más avanzados en conservación se esfuerza por preservar la fauna autóctona y relocalizar animales exóticos, con los monos del Cemic decidieron no incurrir en gastos adicionales al trasladar a los monos a un destino ajeno a su especie, manteniendo a los siete macacos en el subsuelo de su sede en Buenos Aires. Consultados para esta nota, el Cemic no respondió.
Isabel agregó, “ahora tendremos que seguir para encontrarles un buen lugar. La lástima es que se dieron todas las alternativas, todas las posibilidades. El Ecoparque de Buenos Aires, estaba dispuesto a aceptarlos para después mandarlos a distintos lugares”.
“Con todos los santuario o reservas que tenemos, no hubo caso, fue un fracaso. Pero para mí, personalmente, el consuelo de que hasta ese momento no había otra perspectiva que la “eutanasia o dejarlos ahí para siempre”, porque en el laboratorio, desde el año 2021 no hacían experimentos, y no tenían la mínima intención de sacarlos.” Pero saber de qué van a estar un poquito mejor, y que vayan a ver por primera vez la luz del sol, justifica todo el esfuerzo que realizamos”, concluyo Isabel Estrada.
Mientras tanto, Victoria González Silvano, apoderada de Proyecto Gran Simio España en Argentina, denunció maltrato animal ante la Unidad Fiscal Especializada en Medio Ambiente (Ufema), solicitando indagatorias e informes. ”Aunque hubiéramos preferido que los cai se quedaran en la región, si el centro al que irán es serio, estarán mejor que en el bioterio”, afirmó, y agregó: “Lamentamos que el Cemic solo haya pensado en no gastar dinero. Esperamos que no haya sido una venta simulada. Además, queremos saber qué pasará con los macacos”.
El titular de la Ufema, Carlos Rolero Santurián, informó que, tras la denuncia, se solicitó a la institución información precisa sobre el traslado de los monos del Cemic. Finalmente, la Subsecretaría de Ambiente de la Nación se limitó a informar la fecha, hora y destino del traslado.
Fuente: Isabel de Estrada, de Fundación Zorba y modificado por Noticias Ambientales
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