La cifra es mucho más alarmante de lo que se pensaba, en parte porque los estudios previos se habían basado en información disponible de América del Norte y Europa, según refleja el último informe Planeta vivo de la organización ecologista World Wildlife Fund (WWF).
Bajo el título Especies y espacios, personas y lugares, la décima edición de este estudio bienal recoge las investigaciones realizadas sobre el destino de 10.000 especies de vertebrados de 1970 a 2010. Los nuevos resultados corrigen así los del informe de hace dos años, donde se aseguró que la reducción había sido del 28% entre 1970 y 2008.
El nuevo informe explica que las demandas de la humanidad son ahora un 50% superiores a lo que la naturaleza puede soportar con la tala de árboles, el bombeo de agua desde acuíferos subterráneos y las emisiones de dióxido de carbono creciendo más rápido de lo que la Tierra tarda en recuperarse.
“Este daño no es inevitable, sino una consecuencia del modo que hemos elegido para vivir”, dijo Ken Norris, director de Ciencia en la Sociedad Zoológica de Londres, en un comunicado. Pero aún hay esperanza si los políticos y las empresas toman las medidas adecuadas para proteger la naturaleza, aclara el informe.
“Es esencial que aprovechemos la ocasión, mientras podamos, para desarrollarnos de forma sostenible y crear un futuro en el que la gente pueda vivir y prosperar en armonía con la naturaleza”, declaró el director general internacional de WWF, Marco Lambertini.
Las conclusiones del informe sobre la población de vertebrados encontró que las mayores caídas fueron en regiones tropicales, especialmente en América Latina. El índice está basado en la tendencia de 10.380 poblaciones de 3.038 especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces.
El mayor descenso fue en las poblaciones de especies que viven en agua dulce, que bajó un 76% en cuatro décadas hasta 2010, mientras que los números para especies marinas y terrestres cayeron un 39%.