Los camellos salvajes en el Sur de Australia serán asesinados para detener el consumo de agua de los animales en la región devastada por la sequía.
Más de 10 mil camellos serán sacrificados por tiradores profesionales ubicados en helicópteros a partir del miércoles después de una orden de los líderes aborígenes en las tierras de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (AYP).
El sacrificio, que se espera demore cinco días, se produce cuando las comunidades se quejan de las criaturas salvajes que invaden propiedades en busca de agua.
“Esto ha resultado en daños significativos a la infraestructura, peligro para las familias y las comunidades, mayor presión de pastoreo en las tierras APY y problemas críticos de bienestar animal, ya que algunos camellos mueren de sed o se pisotean entre sí para acceder al agua”, sentenció en un periódico digital.
Los camellos en Australia suponen una población cercana a 1.2 millones en todo el país, y con esta tarea se busca controlar a todos ellos, en una situación que puede tener una duración de cinco días, y donde además dejarán secar los cadáveres antes de quemarlos o enterrarlos.