«Los animales silvestres, particularmente los monos y los cerdos salvajes, causan una pérdida considerable de rendimiento a la producción de alimentos cada año», dice Melvin James, director de agricultura de San Cristóbal y Nieves.
«En 2018, las estimaciones brutas indicaron que fue imposible comercializar un total de 90 toneladas métricas de alimentos -equivalente a la producción de un mes- debido a los efectos de la invasión de animales salvajes en las granjas de San Cristóbal solamente», explica.
San Cristóbal y Nieves, ubicadas en el Caribe Oriental, son ricas en biodiversidad como otras islas tropicales. Pero muchas de sus especies nativas son frágiles y susceptibles a amenazas externas, como los animales invasores.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y sus socios están trabajando con el gobierno de las islas para investigar el impacto de los monos verdes en la biodiversidad, la agricultura, el turismo y los hogares. El programa respaldado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), conocido formalmente como el proyecto Evitando los costos de las especies exóticas invasoras en Barbados y los países de la OECO, también desarrollará un plan sostenible para gestionar la población de monos verdes.
La especie se está volviendo cada vez más problemática en la región, dice Naitram Ramnanan, representante regional del Centro Internacional para la Agricultura y las Biociencias (CABI), un aliado del proyecto.
«En Barbados, por ejemplo, también son una plaga agrícola importante. Si bien están presentes en la naturaleza en otras islas, todavía no son una plaga grave, pero es muy probable que se conviertan en una», advierte Ramnanan.
El plan de gestión sostenible que se desarrollará en San Cristóbal y Nieves también se replicará en Barbados y otras islas.