Las autoridades de Botswana confirmaron que investigan la muerte provocada por una enfermedad desconocida de más de 150 elefantes en el delta de Okavango e indicaron que buscan financiación para mantener las operaciones de búsqueda.
Dimakatso Ntsebe , miembro del Departamento de Fauna Salvaje y Parques Naturales de ese país del sur de África, indicó que hasta la fecha fueron hallados los cadáveres de 154 elefantes en varias localidades situadas en el delta, antes de agregar que los fondos son necesarios contratar avionetas que permitan relevar la zona.
“El Ministerio (de Medio Ambiente) ha aprobado nuestra petición de más fondos porque los necesitamos para renovar los contratos de transporte aéreo. Los que teníamos han expirado”, ha dicho, en declaraciones al diario local The Voice.
A pesar de que las autoridades sospecharon en un primer momento que los paquidermos habían muerto a causa del ántrax, Ntsebe ha subrayado que “los resultados de laboratorio no han confirmado nada”.
El propio Ntsebe ha detallado en declaraciones a la agencia alemana de noticias DPA que se ha descartado igualmente la caza furtiva y el envenenamiento. ” Los cadáveres que descubrimos tienen los colmillos intactos “, señaló.
“El patrón de muertes es similar en todos los cuerpos que hemos encontrado en el área”, ha explicado, al tiempo que ha confirmado que algunos cadáveres podrían no haber sido hallados dado que “no es fácil atravesar el complicado terreno que es el delta de Okavango”. Por ello, ha hecho un llamamiento a organizaciones internacionales e individuos para que aporten recursos para las tareas de localización de los animales.
Wave Kasheeka , veterinario jefe del Departamento de Fauna Salvaje y Parques Nacionales, reveló que fueron enviadas muestras a laboratorios en Estados Unidos, Sudáfrica y Zimbabue, si bien el proceso ha sufrido retrasos por las restricciones a causa del coronavirus.
Botsuana cuenta con una población de cerca de 130.000 elefantes y una buena reputación en cuanto a tareas de conservación, si bien el presidente, Mokgweetsi Masisi , fue objeto de críticas en 2018 por retirar una prohibición a la caza que databa de cuatro años antes.