El pecarí de collar se extinguió hace unos 50 años de la provincia de Corrientes. Pero ha vuelto a Iberá, de la mano de uno de los proyectos más exitosos que se gestionan en el parque, desde el año 2015.
“En octubre y noviembre, como cada año, observamos nuevas crías de pecarí de collar. Esta vez en los cinco núcleos del parque donde reintrodujimos la especie”, señalaron desde el parque.
Extinto por varias décadas, este pequeño “cerdo” nativo volvió a ser parte del Iberá, de su naturaleza y su cultura.
Para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la autoridad mundial en cuanto al estado de la naturaleza y los recursos naturales, el pecarí de collar o morito está catalogado en la lista roja como una especie de “preocupación menor” en el mundo. En Argentina, se la considera “extinta” desde el siglo XX en la provincia de Corrientes, Entre Ríos, buena parte de Santa Fe, Sur de Córdoba y el sudeste de Santiago del Estero.
Para el biólogo Sebastián De Martino, coordinador del programa de reintroducción de especies de la organización conservacionista, la reinserción del pecarí de collar es un eslabón indispensable en la restauración ecológica de la reserva natural Iberá.
“El pecarí de collar es uno de los principales frugíferos silvestres del norte argentino, que cumple un rol importantísimo para que los bosques se regeneren, por su función de dispersores de semillas y además son piezas claves, como presas, en la cadena alimenticia para que la liberación del yaguareté sea exitosa”, explicó.