La Sociedad Mundial para la Protección Animal en la Granja de Tortugas de Islas Caimán en octubre de 2012 reveló que hay tortugas marinas mutiladas, estresadas, enfermas y hacinadas en agua contaminada.
Ahora, dos nuevos reportes confirman parte de estas denuncias, mientras dejan dudas en otros detalles también. Además de confirmar que el sufrimiento de estos animales silvestres es un grave problema de la Granja, el reporte de su propio experto en tortugas, el Profesor Brendan Godley, revela que la GTC conocía de las problemáticas de crueldad contra las tortugas desde julio del 2012, habiéndolas negado públicamente desde la primera denuncia de la Sociedad Mundial para la Protección Animal.
Otra investigación interna que llevó a cabo la Granja a finales del año pasado, detalló entre sus principales preocupaciones la presencia de “heridas severas” en una “proporción notable de los animales”, incluyendo “ulceraciones profundas”, “lesiones en la piel” y “elevados niveles de mortalidad en las tortugas jóvenes”. El panel de expertos responsable de esta evaluación expresó consternación porque “recomendaciones similares se han hecho en el pasado, pero no se han puesto en práctica”.
La GTC es propiedad del Gobierno de Islas Caimán y constituye uno de sus principales atractivos turísticos. En ella se invita a los turistas a interactuar con las tortugas, generando un gran estrés en los animales y poniendo en peligro a los mismos turistas; ya que las muestras analizadas de los estanques revelaron presencia de bacterias como la Salmonella, E.Coli y Vibrio.
A pesar de esto, los informes fueron omisos en cuanto al hacinamiento de las tortugas, la calidad del agua en que viven y el estrés que experimentan las tortugas al ser manipuladas por seres humanos.
“Los animales silvestres necesitan ser libres de expresar su comportamiento natural para tener bienestar. Las tortugas marinas son animales solitarios que están acostumbrados a nadar miles de kilómetros a lo largo del mar, a grandes profundidades y lejos de la gente, por lo que encontrarse en un estanque sucio, peleando por espacio con cientos de tortugas más y temerosos de que cada 5 minutos un ser humano les saque del agua, es sumamente estresante para ellos”, explicó el Dr. Roberto Vieto, Oficial Veterinario de Programas de la WSPA para México, Centroamérica y el Caribe.
El médico veterinario de la WSPA también criticó que el informe no proporcionó muestras de análisis de laboratorio del agua que refutaran o validaran los resultados encontrados por la organización no gubernamental internacional el año pasado, así como otras omisiones por falta de datos científicos.