Un susto digno de una pesadilla ocurrió en un vuelo de un avión de Iberia hace pocos días. Una tarántula picó a un piloto alérgico a bordo.
Su cuerpo tuvo una fuerte reacción, dada la condición, lo que provocó algunas demoras. Pero, afortunadamente para él y los pasajeros, no pasó a mayores.
Una tarántula picó a un piloto alérgico en pleno vuelo: cómo fue el episodio
Todo ocurrió en un Airbus modelo A320 de la compañía española. El avión se encontraba en Düsseldorf, Alemania, transitando el trayecto hacia Madrid el viernes pasado.
En cuanto se produjo la picadura, el hombre fue tratado rápidamente con urbasón, un corticoide antiinflamatorio que ayuda a tratar estos episodios.
Todos los aviones tienen este medicamento en sus botiquines de primeros auxilios y, en este caso, resultó esencial.
La aeronave llegó a la capital española sin problemas y aterrizó sin más sustos posteriores en el Aeropuerto de Barajas. Una vez allí, ya en tierra, lo fumigaron completo para prevenir cualquier otro episodio similar.
Se desconoce cómo llegó exactamente la araña al avión, según los medios locales.
Sin embargo, las las primeras investigaciones indican que podría haber accedido a través del equipaje de un pasajero en el vuelo anterior que hizo ese mismo avión: Madrid – Casablanca.
Estiman que la tarántula podría proceder de la ciudad marroquí. La aerolínea confirmó después que, pese a su fuerte alergia a las arañas, el piloto no sufrió daños graves ni problemas consecuentes.
Cómo son las tarántulas
Las tarántulas son arañas grandes y peludas, cuya apariencia suele asustar a más de una persona. Se caracterizan por tener un exoesqueleto duro. Son carnívoras y tienen colmillos venenosos.
Tienen un cuerpo dividido en cefalotórax y abdomen, ocho patas también peludas y otros cuatro apéndices cerca de la boca llamados “quelíceros” y “pedipalpos”.
Si bien no suelen ser agresivas, sí se defienden ante amenazas. Son carnívoras y mastican y disuelven a sus presas después de paralizarlas con una mordedura venenosa. Como característica inusual, sueden permanecer de tres a cinco días sin alimentos.
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