La presión social impulsada por el colectivo animalista de la ciudad portuguesa de Viana do Castelo ha surtido efecto: el Ayuntamiento se declara anti taurino y derriba la plaza de toros de la localidad.
La plaza, construida en 1949, está siendo derribada por algunos operarios. El inmueble que fue construida por iniciativa privada, fue menguando en ingresos poco a poco por la desafección de la gente con las corridas de toros.
En 2009, el Ayuntamiento de la localidad compró el edificio por 5.127 euros simbólicos, y prometió que restauraría para que la actividad volviera a flote.
Años después, la presión antitaurina, la actividad no resurgió y finalmente se acordó derruirlo en 2021.
Tras la presión de los vecinos antitaurinos llevó a abandonar esta actividad y, finalmente, derruirlo en 2021.
“Queremos que ese equipamiento, que antes era una plaza de la muerte, se convierta en una plaza de la vida, destinada al deporte y la formación de niños, jóvenes y adultos”, expresó José María Costa, alcalde del Ayuntamiento.
«Comenzó el derribo de la Plaza de Toros. El antiguo espacio taurino de Viana do Castelo, en el futuro, será la Praça Viana, un complejo deportivo apto para la práctica de varios deportes al mismo tiempo».