La apariciĆ³n de este reptil en distintas zonas de La Plata sigue sorprendiendo a los vecinos.Ā
Primero apareciĆ³ uno en el casco urbano. DespuĆ©s otros en San Carlos, Villa Elisa y Tolosa. AsĆ, el lagarto overo tomĆ³ protagonismo en La Plata y muchos vecinos se mostraron sorprendidos -y preocupados- con sus visitas. Es que a pesar de que el animal forme parte de las especies tĆpicas de la regiĆ³n, su presencia es comĆŗn en zonas rurales y no tanto en las urbanas. Y mucho menos en un inodoro, claro, como ocurriĆ³ en octubre dentro de una casa ubicada en las inmediaciones del Parque Saavedra.
Considerado el saurio mĆ”s grande de LatinoamĆ©rica, este reptil tambiĆ©n recibe popularmente el nombre de iguana, aunque no lo sea. TambiĆ©n con el paso de los aƱos sufriĆ³ modificaciones su denominaciĆ³n cientĆfica: antiguamente se lo conocĆa como Tupinambis teguixin -como todavĆa mucha gente lo llama-, luego su epĆteto especĆfico pasĆ³ a ser Tupinambis merianae, y hoy en dĆa es oficialmente Salvator merianae.
“La apariciĆ³n en la zona es comĆŗn y de hecho es parte de la fauna autĆ³ctona”, explicĆ³ el biĆ³logo Luis Giambelluca, integrante del Centro de Estudios ParasitolĆ³gicos y de Vectores CEPAVE (CONICET-UNLP). Y agregĆ³: “Posiblemente, con el confinamiento de la gente, se han animado un poco mĆ”s a adentrarse en los barrios”. AdemĆ”s, el especialista asegurĆ³ que “en las periferias, los barrios mĆ”s bien rural-urbanos o rurales, su presencia es comĆŗn desde siempre”, y enumerĆ³ entre las localidades donde es un clĆ”sico el contacto entre lagartos y personas a Villa Elisa, City Bell, Los Hornos y Arana.
La pregunta que muchos se hacen al toparse con este reptil de mĆ”s de un metro y medio de largo es si es o no peligroso. Frente a esto, el experto enfatizĆ³: “En caso de encontrarse con un lagarto overo, la persona no tiene ningĆŗn riesgo mientras no lo acorrale ni lo intente capturar. Cuando lo quiere capturar, empieza a haber un riesgo porque el animal se va a defender, y se sabe defender”.
La mayor de las advertencias del especialista tiene que ver con evitar las mordeduras. Y esto se relaciona con dos cuestiones. Por un lado, al tener un porte muy importante, su mordida es muy fuerte y, ademĆ”s, una vez que cierra la boca, es difĆcil volver a abrĆrsela. Por otro, la suciedad que suele tener en la zona de los dientes puede ayudar a la transmisiĆ³n de tĆ©tanos o cualquier bacteria capaz de generar una septicemia. “Son heridas despuĆ©s a considerar”, aseverĆ³ Giambelluca.
Ante su apariciĆ³n, entonces, lo mejor que se puede hacer es simplemente “tratar de no molestarlo y llamar a Bomberos si uno realmente quiere sacarlo de la de la casa porque estĆ” atrapado”. Es que, segĆŗn el biĆ³logo, muchas veces solo estĆ”n de paso, ya que las viviendas familiares no son lugares en los que se sienta cĆ³modo. “Si uno puede observarlo, disfrutarlo y dejarlo ir es lo mejor”, asegurĆ³, y describiĆ³ que “por su conducta, puede llegar a pasar que si alguien le da de comer o no lo molesta”, el animal se acostumbre e incorpore dentro de su ruta de paso ese lugar.
Sobre darles o no alimento, recomendĆ³: “Que la gente le dĆ© comida me parece genial, porque es disfrutar la presencia de un animal sin que tenga que ser mascota”. En relaciĆ³n a esto, contĆ³ que suelen darle huevos, que es lo que le gusta, pero que mucha cantidad puede causarle problemas. “Lo mejor es darle una dieta variada”, subrayĆ³, y aclarĆ³ que si bien el reptil aceptarĆ” con gusto todo lo que se le ofrezca, la nutriciĆ³n que logra cuando se alimenta por sus propios medios es la equilibrada.
“Si acostumbran a recibir comida, solo comerĆ”n eso”, explicĆ³. Esto, advirtiĆ³, generarĆ” que, a mediano plazo, presenten algĆŗn tipo de dĆ©ficit o exceso nutricional perjudicial para su salud. “Digamos que invitarlos a una merienda no estĆ” mal, ya malcriarlos no”, ejemplificĆ³.
El lagarto overo es omnĆvoro y tiene un apetito muy grande cuando estĆ” activo, algo que no ocurre durante gran parte del aƱo, ya que hiberna. “Van a comer lo que puedan y por lo general son buenos controladores de ratones o algunas amenazas como langostas. A quienes viven en zonas rurales pueden ayudarles con las quintas, para que no se disparen esas poblaciones”, detallĆ³ el licenciado.
Muy afĆn al agua, este reptil se reproduce a travĆ©s de huevos. En Argentina, ademĆ”s del overo, que habita en lugares hĆŗmedos, se encuentra el Salvator rufescens, conocido popularmente como lagarto colorado, el cual se desarrolla en zonas Ć”ridas.
“Es una presencia a la que tendrĆamos que tratar de acostumbrarnos y disfrutar, no combatirla o hacer mucha alarma”, reflexionĆ³ Giambelluca tras las constantes apariciones en La Plata, aunque hizo una aclaraciĆ³n aparte: es importante tener especial cuidado con los mĆ”s chicos.