A mediados de julio de este año redescubrieron al ganso del monte en territorio salteño, una especie salvaje que se creía extinta en la región.
El avistaje fue registrado por el Dr. Jorge Quiroga, un experto en observación de aves quien se había adentrado en Calvimonte, departamento de Chicoana, para fotografiar a los chorlitos de collar. El hallazgo fue confirmado días después por el biólogo especialista en birdwatching, Flavio Moschione.
La noticia generó un gran entusiasmo en la provincia.
Las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas constituyen el principal hábitat principal del ganso del monte. Aunque en menor medida, también se hallaba en la zona del río Bemejo. Sin embargo, su población no solo es escasa a nivel global sino que “se encuentra en regresión”, según indica un artículo de la Universidad Maimónides.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la califica como “casi amenazada” y es considerada por otras entidades como “en peligro crítico”. Lo cierto es que cruzarse en Argentina con uno de estos animales es muy raro, tanto que se los creía extintos.
Los registros históricos daban cuenta de avistajes en la zona del altor río Bermejo, allá por el 2007 cuando se detectó una pequeña población en Los Bañados del Quirquincho, en Rivadavia. Desde entonces, a nivel general poco y nada se supo de él hasta hace pocos días.
Javier Arias, un amante de la avifauna e impulsor del birdwatching en la provincia, contó que al momento en que se divisó al ejemplar, “según las crónicas plasmadas en ebird, se pudo observar a un individuo descansando y picoteando espaciadamente en playa del río al atardecer, unos 40 metros aguas arriba del vado. Aparentemente es un macho solitario, que está pasando la noche allí. No interactúa con otras aves”.
Arias agregó, que el 28 de julio un equipo de Aves Salta integrado por Diego Rodríguez, Alejandro Sandoval y Walter Sawar, pudo realizar registros fotográficos del ganso del monte. Cuatro días después, lo hicieron Nico Bejarano, Carlos Pauro y Alberto Casares. A partir de allí, se sucedieron los avistamientos de parte diferentes expertos y científicos.
“Es un hallazgo más que importante, teniendo en cuenta que es un ave que habita en zonas muy distantes del lugar donde se las divisó”, concluyó Arias.
Un paraíso de las aves
Aunque parezca un dato aislado, la presencia del ganso del monte en Calvimonte generó un gran movimiento de fotógrafos, entusiastas y expertos en la zona. Todos querían hacerse de un registro de la presencia y vivir plenamente la experiencia. Esta es la manifestación de una forma más de ecoturismo, que moviliza segmentos específicos de naturalistas que por ver de cerca a una especie en particular, están dispuestos a trasladarse a cualquier lugar de la provincia, el país y el mundo.
En ese sector del río Arenales se pudo observar una verdadera concentración de aves acuáticas, por ejemplo los cuervillos de cañandas, cuervillos carapeladas, teros reales, calancate cabeza azul, golondrinas cejas blancas y golondrinas rivereñas.
También especies migratorias como el pitotoy grande, playerito de pectoral, flamencos australes, golondrinas patagónicas, chorlito de collar. A ellas se suman aves muy comunes en el Chaco serrano. Sin duda Calvimonte se convierte en un lugar destacado para la observación de aves.
El movimiento que generó el ganso del monte también activó numerosos recorridos por la ruta provincial 39, que concentra una cara diferente del Valle de Lerma. “Esto nos hace pensar que podría analizarse como un corredor interesante para el turismo de naturaleza, ya que en su trayecto se pueden observar especies interesantes como chuñas patas negras, viuditas chaqueñas y chororos. Es una verdadera aventura, aunque solo apta para vehículos tipo camionetas”, resaltó Javier Arias.
Una publicación especializada titulada “Los que se van”, basada en estudios de Clark, Fraga y Moschione, señala que el retroceso en la población de gansos del monte se debe, entre otras cosas a la caza y persecución de la que es objeto esta especie, fundamentalmente por su abundante carne. El informe recuerda que en la década de 1970 anidaban en las islas del alto Bermejo o Teuco. “Actualmente la presencia de este ganso salvaje en nuestro país es dudosa, previéndose su extinción local en varios sectores donde fue registrado y habiéndose observado por última vez en 1990 en Itiyuro Tuyunti, en el departamento San Martín”, detalla el artículo y luego hace referencia a los hallazgos de 2007, en los Bañados del Quirquincho.
Hoy, el ganso del monte camina libre y tranquilo en los alrededores de los cursos de agua en el departamento Chicoana despertando entusiasmo y esperanzas en quienes ven en la naturaleza, el futuro y el bienestar de la humanidad.