La iniciativa, presentada por la diputada rosarina, Alicia Gutiérrez, fue respaldada por 35 mil firmas de santafesinos que piden que se eliminen esas competencias en las que se realizan ‘fuertes apuestas’, dijo a Télam la legisladora.
El proyecto ‘apunta a prohibir las carreras y sancionar a quienes incumplan con la Ley, con 30 días de arresto y también establece una multa de hasta 6.500 pesos, y ya logramos la media sanción’, dijo la diputada.
En las carreras de galgos, varios ejemplares de esa raza corren con un bozal en el hocico, detrás de una liebre artificial, a la cual nunca pueden dar alcance, en un circuito ovalado (Canódromo), hasta llegar a la meta.
El principal argumento que sustenta el proyecto es la crueldad y maltrato que reciben los galgos ya que ‘son drogados, reciben estimulación eléctrica, castigos con látigos, pasan la mayor parte del tiempo en jaulas y se les permite salir solo para entrenar, competir o hacer sus necesidades’, denunció la diputada.
Además, ‘se les inyectan sustancias que a la larga les producen trastornos como temblores, y paulatinamente su salud se va deteriorando y luego los galgueros los tiran en caminos rurales y sitios periféricos. Esto es violatorio de la Ley Nacional contra el maltrato animal’, afirmó.
Gutiérrez señaló que ‘si bien Santa Fe no es Córdoba, donde sí tienen un gran desarrollo las carreras y existen muchos canódromos, acá hay un número importante, y varios municipios han dictado ordenanzas prohibiendo esa actividad en la que se hacen fuertes apuestas, se cobra entrada y todo es dinero clandestino’.
En este sentido, señaló que durante las competencias ‘se juega mucho dinero ilegal y no se tributan impuestos’, y agregó que en varias localidades rurales ‘existen competencias en forma permanente’.
Córdoba es la ´meca de los galgueros´, según información a la que accedió Télam, e incluso, la diputada Gutiérrez dijo que en el pueblo de Inriville ‘existe un canódromo internacional’.
En tanto, en Villa Gesell se habilitó un canódromo permitido por ley, pero a mediados de los años 90 cerró porque era ‘un negocio poco rentable’, amplió la legisladora.
La mayoría de la gente que asiste a las carreras de galgos ‘lo hace atraída por las apuestas y sus resultados y se presta poca atención al animal que compite, sin pensar siquiera en ellos’, enfatizó.
‘Cuanto mayor es el negocio, mayor también la crueldad, y menor el respeto hacia la vida animal’, advirtió.
Las competencias de galgos se remontan a los tiempos del imperio romano. En 1876 se intentó imponer ese deporte en Gales, sin éxito, y casi cincuenta años más tarde empezó a correrse en pistas ovaladas en los Estados Unidos.
Entidades defensoras de los derechos del animal denunciaron esta situación desde hace muchos años en Santa Fe y en el resto del país por presuntos maltratos, explotación y abandono de galgos.
Ahora piden la otra media sanción de Senadores para que se prohiba en toda la provincia esta actividad que afirman, promueve la explotación y el maltrato para estos animales.