La reserva natural privada de Ingwelala en Sudáfrica se vio sacudida por los gritos de un hombre que fue atacado y asesinado por varios leones cerca del Parque Nacional Kruger. El cazador, minutos antes, había matado a tres familiares de babuinos, una especie “colaborativa” a la hora de buscar a su presa.
El caso ocurrido en marzo de 2019 habla de cierta forma de la relación entre babuinos y leones que ya cuenta con varios antecedentes.
En el Parque Nacional Kruger, antes de que los leones se dispersaran con la ayuda de disparos, se habían comido la mayor parte del cuerpo, salvo la cabeza que estaba intacta.
La policía inicialmente pensó que la víctima era un conductor de tractor que trabajaba en esta reserva privada. Más tarde, cuando el conductor apareció vivo, la sospecha comenzó a crecer. Se recuperó un rifle de caza cerca de los restos del muerto que casi confirmó que era un cazador furtivo que se había colado en la reserva privada.
El hombre fue asesinado brutalmente y la incidencia había sido muy perturbadora y aterradora.
El hombre había matado a 3 familias de babuinos y extendió los cuerpos para atraer y distraer a los leones para que fueran más fáciles de cazar. Y cuando alguien como él traspasa los límites y entra en el dominio de los leones con la intención de hacerles daño, el rey de la jungla nunca olvida sus instintos animales para sobrevivir.
El encuentro es entonces un juego justo, los animales con su poder y un cazador furtivo con su arma se enfrentaron a su destino elegido.
En febrero de 2020, un babuino capturó a una cría de león, lo aseó y se paseó por los árboles con él. ¿Dónde? En Kruger, el mismo parque nacional de Sudáfrica.
Según informó Kurt Schulz, unos de los encargados del parque, dijo que ” en 20 años jamás había visto un comportamiento así”, entre estas dos especies.
“Los babuinos macho están acostumbrados a este tipo de prácticas con sus cachorros, pero el cuidado que le brindó al felino parecía el de una hembra babuina hacia una cría”, comentó.