Una osa polar caminó cientos de kilómetros para llegar hasta Norilsk, en el norte de Siberia, para buscar comida.
El animal, visiblemente cansado y débil, es el primero de su especia que es visto por la zona en los últimos 40 años.
‘Todavía se está moviendo alrededor de una fábrica, observada todo el rato por la policía y los servicios de emergencias, que están garantizando su seguridad y la de los que pasan por la zona’, explicó a AFP un funcionario de los servicios ambientales, Alexander Korobkin.
La osa fue vista el domingo por la noche y este jueves un grupo de especialistas la inspeccionarán.
Oleg Krashevsky, un experto local en vida silvestre que grabó a la osa de cerca, explicó que no estaba claro qué era lo que había llevado al animal hasta la ciudad, aunque no descartó la posibilidad de que se hubiera perdido, pues aseguró que tenía los ojos llorosos y que creía que no veía bien.