Los grandes animales suelen ser los que más padecen las acciones del ser humano y, entre ellos, el cóndor es una de las especies que más ha sufrido durante el último siglo la persecución y hostigamiento del hombre. Esto lo ha llevado a estar entre las especies de aves más amenazadas, situándose, hoy en día, en peligro de extinción. Sin embargo, gracias a varios programas de conservación, así como a programas destinados a su cría y posterior puesta en libertad, es posible que se consiga revertir esta situación, garantizando a este ave sudamericana un futuro. Si quieres saber por qué el cóndor está en peligro de extinción, así como los distintos programas que se están llevando a cabo para protegerlo, continúa leyendo esta nota para descubrirlo.
Características del cóndor andino
El cóndor andino está considerado como el mayor ave carroñera del planeta.
Se caracteriza por su plumaje negro, acompañado de plumas blancas en la parte más extrema de las alas, así como en la parte del cuello, que forman un collar blanquecino alrededor y que, sin duda, es uno de sus rasgos más característicos. Este ave se alimenta de la carroña, es decir, de animales muertos. De hecho, puede llegar a pasar hasta varias semanas sin probar bocado, aunque, una vez que encuentra alimento, puede llegar a ingerir hasta cinco kilos de carne de una sentada. Se trata de un ave que anida en zonas escarpadas y montañosas. Su principal hábitat se encuentra en la región andina, extendiéndose su territorio natural desde Colombia y Venezuela hasta Chile y Argentina.
Cuáles son las causas que lo ubican en peligro de extinción
Esta gran ave se encuentra actualmente entre las especies amenazadas. De hecho, figura en la lista de Especies en Peligro desde el año 1970. Esto se debe a varios motivos, entre los que figuran algunos naturales y otros debidos a la mano del hombre.
Respecto a las causas naturales que hacen que el cóndor esté en peligro de extinción, cabe destacar su baja tasa de reproducción. El cóndor es una especie que se reproduce a una velocidad muy baja. De media, se considera que cada pareja de cóndores pondrán un huevo cada dos años, lo que hace que el índice de nacimientos de nuevos ejemplares sea realmente bajo.
Esta baja tasa de reproducción, se ve compensada por una longevidad excepcional. Los cóndores andinos alcanzan su madurez sexual en torno a los 5 años de edad, y pueden llegar a vivir más de 50 años, llegándose al caso de algunos especímenes que han alcanzado los 75 años en cautividad. De este modo, a pesar de su baja tasa de reproducción, cada individuo puede llegar a tener una descendencia considerable.
Sin embargo, el problema más acuciante al que se enfrenta el cóndor no es debido a su lenta reproducción, sino a las acciones del ser humano que los ha perseguido y destruido su hábitat durante años. Las principales causas relacionadas de que el cóndor esté en peligro de extinción es con los humanos.
Uno de los problemas principales a los que se ha enfrentado el cóndor viene de la mano de algunos ganaderos, que colocan carroña envenenada porque consideran que estas aves suponen una amenaza para su ganado. Así mismo, los cazadores constituyen otro sector que ha perseguido sistemáticamente al cóndor, lo que supuso que en el siglo XX su población se viera tan mermada.
Por último, otro de los factores que no se puede obviar es la destrucción de su hábitat debido a la deforestación y la urbanización del terreno, lo que conlleva que encontrar comida sea mucho más complicado lo que, al mismo tiempo, produce dificultades añadidas a la supervivencia de este ave sudamericana.
A modo de resumen, las principales causas del peligro de extinción del cóndor son:
- Baja tasa de reproducción.
- Alimento envenenado por conflictos en la ganadería.
- Cazadores.
- Destrucción del hábitat.
Proyectos de conservación y repoblación del cóndor andino
Actualmente, son diversos los proyectos que se llevan a cabo para proteger la especie. En primer lugar, la catalogación del cóndor como especie protegida ayuda a evitar que se produzcan acciones que puedan llegar a sesgar todavía más el número de ejemplares. En este sentido, uno de los proyectos que se está realizando es el de la concienciación entre los ganaderos para que dejen de ver al cóndor como una posible amenaza a su modo de vida, lo que evita gran parte de las muertes que se producen por envenenamiento.
Por otro lado, desde el año 1989, se está llevando a cabo la puesta en libertad de ejemplares nacidos en cautividad con el fin de apoyar las poblaciones locales de cóndores. Esto se lleva a cabo sin que los polluelos tengan interacción con el ser humano, a los que se les alimenta con guantes especiales que imitan el aspecto de los cóndores adultos. Esto evita que, una vez que hayan crecido, puedan llegar a no identificar al ser humano como una amenaza, lo que conllevaría un acercamiento excesivo a los núcleos urbanos y sería peligroso. De este modo, se consigue criar nuevos ejemplares lo mejor adaptados posible a la vida en libertad, que es parte del objetivo final del proyecto.
Aquí podes ver un vídeo documental sobre esta especie y su estado actual: