En septiembre y octubre de 2015 la muerte de unos pocos monos aulladores en el suroeste de Nicaragua llamó la atención de un grupo internacional de investigadores. Para enero ya habían registrado decenas de decesos y a fines de febrero superaban los 120.
‘Es muy, muy, muy inusual ver esta cantidad de monos enfermos a la vez y ver esta cantidad de monos muertos a la vez’, afirmó la científica conservacionista Kimberly Williams-Guillén.
La científica ,quien estudia los monos aulladores silvestres en Nicaragua desde 1999, es parte del equipo interdisciplinario que busca determinar qué está matando de forma repentina y masiva a estos primates en el país centroamericano.
Nicaragua no es el único país donde se están registrando misteriosas muertes de Alouatta palliata. ‘Al mismo tiempo que se conoce a nivel internacional que esto está ocurriendo en Nicaragua, me contacta gente de Ecuador con la que colaboro y me dice que también allí hay un brote similar de muertes’ explicó Liliana Cortés-Ortiz, bióloga evolutiva de la Universidad de Michigan.