Ya son tres los yaguaretés que recorren el impenetrable

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Un reciente registro de huellas de yaguareté –el segundo en lo que va de junio- empieza a pintar un panorama diferente para la conservación de una de las especies más amenazadas por el peligro crítico de la extinción, en la región del Impenetrable chaqueño. Antes que Qaramta dejara su huella en septiembre de 2019 -el primer ejemplar monitoreado con collar de seguimiento satelital-, casi no había rastros, ni señales de vida que confirmen la presencia de un yaguareté por este vasto territorio.
 
Lo novedoso es que ahora, serían por lo menos tres los ejemplares que recorren los montes por dentro y fuera del Parque Nacional El Impenetrable, según se desprende del cruzamiento de datos del cotejo del registro de huellas sistematizado y recientes observaciones del biólogo Gerardo Cerón, residente de la Estación de Campo “El Teuco”, que la Fundación Rewilding Argentina dispuso para el monitoreo y relevamiento de especies, distante a 50 kilómetros del Centro Operativo de los Guardaparques. 
En los primeros días de junio aparecieron huellas de un individuo que no era Qaramta, fuera del Parque para el lado donde queda Misión Nueva Pompeya. Poco después, el día 23 del mismo mes, dos ejemplares dejaron grabadas sus pisadas en el barroso suelo de la ribera del Río Bermejo. Uno era Qaramta y el otro era de menor porte (podría ser una hembra o un macho joven). 
 
Pero lo más interesante es que ninguna de estas pisadas de la costa del río se condice con la del anterior registro fuera del Parque. Por lo tanto estaríamos en presencia de tres ejemplares diferentes –de distinto tamaño y peso-, que dejaron ver sus huellas en un radio no muy extenso y en menos de 15 días. Una verdadera alegría para los investigadores, voluntarios y guardaparques que cotidianamente trabajan duro en la conservación de las especies, sobre todo las más amenazadas y en extinción como el yaguareté.
 
Con la creación del Parque Nacional El Impenetrable como área protegida los trabajos de control, fiscalización e investigación se empezaron a multiplicar y a interrelacionar entre distintos organismos de gobierno y no gubernamentales como Proyecto Yaguareté; Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA); Centro de Zoología Aplicada Universidad Nacional de Córdoba; CONICET y CeIBA, responsables de Parques Nacionales; agentes de la Subsecretaría de Ambiente y Biodiversidad de la Provincia del Chaco y especialistas de la Fundación Rewilding Argentina.
 
De manera sencilla el biólogo Gerardo Cerón relató que “en una recorrida junto a dos miembros del equipo de la Fundación Rewilding Argentina, encontramos huellas de yaguareté en la costa del Río Bermejo que da al Parque. En la mismo lugar había huellas de Qaramta y otra de un tamaño diferente, pero ambas de yaguareté”. Poco después la bióloga Verónica Quiroga de Proyecto Yaguareté, confirmó con grado de precisión que las mismas se corresponden con las de “Panthera onca”, tras la aplicación de un programa sistematizado.
 
 
Adentrándose en detalles Cerón especificó que “eran huellas pequeñas lo que indicaría que se trata de una hembra o de un macho joven. Lo cual no se condice con las huellas de Qaramta que son muy grandes y estaban de hecho en la misma playa. Tampoco se condicen con las que estaban en el oeste del parque en la zona de amortiguamiento hace un par de semanas. Esto indica en concreto que desde el primer registro hace 15 días aproximadamente se pudo obtener huellas de tres ejemplares diferentes”, aseguró el biólogo.
 
Sin embargo esta buena noticia en la guerra contra la extinción del yaguareté, no da para tomarse una tregua. “No cambia absolutamente en nada la situación del yaguareté en Chaco, se calcula que hay alrededor de 20 ejemplares, lo cual equivale a decir que esta ecológicamente extinto, porque no cumple su rol como depredador tope controlando ciertas presas, regulando las poblaciones o predando los animales enfermos. Está todo igual de mal para el yaguareté, que antes”, advirtió el representante de Rewilding Argentina.
 
Frente a los interrogantes que dispara una mayor frecuencia en los registros de pisadas, Gerardo Cerón esbozó algunas explicaciones que por ahora se fundan más en el terreno de las hipótesis, que de las certezas. “Lo que si es cierto es que puede ser una combinación de factores este aumento de registros. Hace una semana se produjo un hallazgo de huellas en el Bañado de la Estrella, en Formosa. Lo que suma en la gran zona por lo menos cuatro ejemplares. Lo que no se sabe si estos cuatro ejemplares son todos machos, lo que sería más probable porque los machos hacen grandes desplazamientos en busca de hembras. Mientras que las hembras suelen armar su territorio en función de la disponibilidad de alimento. En general es evidente cuando hay una hembra en la zona porque hay registro continuo de huellas no muy grandes en el mismo lugar”.
 
Otros razonamientos tendientes a explicar esta mayor presencia de ejemplares podrían estar relacionados a la pandemia de Coronavirus. “La cuarentena hace que haya menos movimiento de gente, lo que podría ser un factor que hace que los animales se acerquen a zonas pobladas”. Otro argumento está relacionado al aumento de investigadores, guardaparques, agentes de fauna de la provincia, el aporte de datos de las cámaras trampa que intensifican los controles, más la colaboración de los pobladores que producto del trabajo de concientización ya saben que tienen que reportar una huella. Todos estos factores hacen que aumenten las probabilidades de registro”, explicó.
 
Pero ahí no termina la cosa. Su principal amenaza además de la cacería también podría ser un factor determinante: “existe tristemente la posibilidad que haya grandes desmontes en Argentina o países limítrofes y que haya animales que estén migrando de otra región. Esta podría ser otra tercera explicación. Lo cierto es que científicamente no se sabe cuál de todas las posibilidades es. Pero son todas posibilidades factibles y tal vez simultáneas”, señaló el especialista Gerardo Cerón, para finalizar.

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