El consumo anual de legumbres en Argentina por persona es de apenas 800 gramos, muy por debajo del promedio mundial de 8 kilos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esta cifra revela que la ingesta de legumbres en el país no alcanza las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales de salud.
Las legumbres son semillas pequeñas y multicolores con un alto valor nutritivo. Entre las más conocidas se encuentran las arvejas, lentejas, garbanzos y porotos, cada una con sus propias variedades. Además de ser económicas, son ricas en fibra, proteínas vegetales, hierro, zinc y vitaminas del grupo B. Su bajo índice glucémico, ausencia de colesterol y gluten, y capacidad para generar saciedad las convierten en un alimento ideal para todo tipo de dietas, incluidas las vegetarianas y veganas, en preparaciones dulces o saladas, frías o calientes, lo que las hace indispensables para una dieta variada y equilibrada.
A pesar de ser un país productor de alimentos, Argentina destina el 98% de su producción de legumbres a la exportación, principalmente para fabricar alimentos para ganado. Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, esta situación limita considerablemente la disponibilidad de legumbres en el mercado interno.
Lucía Vázquez, licenciada en Nutrición y matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, subraya que el consumo de legumbres debería incrementarse en el país. “Es un alimento mínimamente procesado, sin aditivos críticos como azúcar, sal o grasas, tal como lo promueven las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA)”, explicó.
La paradoja de la producción de legumbres y el consumo en Argentina
Sin embargo, la priorización de la soja como cultivo principal, la distribución desigual de alimentos, la priorización de cultivos destinados a la exportación y la baja disponibilidad de productos nutritivos como las legumbres plantean un desafío para los profesionales de la nutrición, que buscan soluciones no solo para individuos y familias, sino también para la población en general.
Desde la introducción de la soja transgénica RR, resistente al glifosato, esta legumbre desplazó cultivos de frutas, verduras y otras legumbres, afectando su disponibilidad y encareciendo su precio. Este modelo productivo favoreció la exportación, pero dejó a muchas familias urbanas sin acceso a una dieta equilibrada.
De acuerdo con el último informe de la FAO, de 2021, señala que el 37% de la población argentina enfrenta inseguridad alimentaria. Este problema se agrava por la concentración de la producción de alimentos, las decisiones de exportación y el impacto de la inflación, que limitan el acceso equitativo a alimentos básicos como las legumbres.
Legumbres ecológicas: esenciales para una dieta saludable y sostenible
Las legumbres son un pilar fundamental de la dieta mediterránea, destacando como una opción económica y nutritiva para una alimentación equilibrada. En su versión ecológica, no solo benefician la salud, sino también el medio ambiente, mejorando la fertilidad del suelo y combatiendo la erosión agrícola
Entre las legumbres ecológicas más consumidas se encuentran las lentejas, alubias, garbanzos y la soja. Pueden disfrutarse tiernas o secas, y su preparación incluye opciones como cocidas, fritas o en guisos. En los países mediterráneos, es común consumirlas secas y cocidas con vegetales, carnes o pescados.
Ricas en proteínas vegetales, vitaminas, minerales, hierro y fibra, las legumbres son un superalimento. Su consumo regular contribuye a reducir el colesterol, controlar la hipertensión arterial y prevenir enfermedades como el cáncer de colon. Además, su bajo contenido calórico y efecto saciante las convierten en aliadas para mantener un peso saludable.
¿Cuáles son los beneficios de las legumbres ecológicas?
Las legumbres ecológicas son una opción saludable y sostenible para la alimentación, ya que no contienen pesticidas ni transgénicos. Además, su producción contribuye a mejorar la fertilidad del suelo y a la lucha contra la erosión. Los beneficios de las legumbres ecológicas son:
- Son saludables, ya que no contienen pesticidas, herbicidas ni biocidas.
- Contribuyen a la protección del planeta, ya que su producción mejora la fertilidad del suelo.
- Son una fuente de proteínas de origen vegetal, que son importantes para los vegetarianos y veganos.
- Son ricas en fibra, lo que ayuda a la digestión y a controlar la glicemia, es decir, la cantidad de glucosa en sangre.
- Ayudan a reducir el colesterol LDL (malo).
- Son ideales para el control de peso, ya que aumentan la saciedad.
- Son una buena fuente de hierro y ácido fólico.
Las legumbres también benefician al ecosistema y a la producción agrícola. Entre sus beneficios para el ecosistema se encuentran: mejoran la fertilidad del suelo, fijan el nitrógeno atmosférico, liberan materia orgánica de alta calidad en el suelo, facilitan la circulación de los nutrientes y favorecen la retención de agua.
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