Aparecieron cianobacterias en diferentes lugares de la cuenca del río Paraná

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Desde hace varias semanas, en muchos puntos de la vasta cuenca del río Paraná aparecieron manchas de agua muy verde como resultado de floraciones de algas, un fenómeno originado en la concentración excesiva de materia orgánica (desagües cloacales y restos de fertilizantes) que este año se potencia por la bajante extraordinaria del río y la llegada de los meses cálidos a la región.

El “agua verde” apareció cerca de la ciudad de Santa Fe, en las localidades bonaerenses de Campana y Tigre, en el porteñísimo Puerto Madero y en la zona de playas de Rosario. “La bajante acentúa la concentración de nitrógeno y fósforo que normalmente va a parar al río a causa de todas las actividades antrópicas (generadas por los humanos). Eso genera un ambiente rico en nutrientes y ahí florecen estas algas” explicó Graciela Klekailo, ecóloga de la Universidad Nacional de Rosario.

Ante los posibles trastornos en la salud que este fenómeno puede generar, en la última semana desde Prefectura recomendaron “evitar el contacto directo, la ingestión de agua de la zona afectada y la inhalación de la espuma generada por el oleaje en esas áreas”.

El río como autodepurador

Hace muchos años que el río Paraná recibe presiones antrópicas, como ser lugar de descarga de efluentes cloacales de las grandes ciudades, vertedero de residuos químicos industriales y también receptor de restos de productos que se utilizan en la agricultura, como agroquímicos y fertilizantes.

Estos contaminantes, que están siempre en las aguas, en tiempos “normales” son disueltos por la propia dinámica del río, que funciona como depurador biológico. Esa capacidad limpiadora del humedal del Paraná es de hecho uno de los servicios ecosistémicos que brinda ese ecosistema, y que ahora está debilitado por la situación de bajante extraordinaria.

Así lo subrayó Klekailo, para quien “a causa de la bajante el agua en muchas partes está estancada”. “Estas manchas verdes se explican por la acumulación de nutrientes muchas veces derivadas de productos agrícolas que liberan nitrógeno y fósforo, así como el glifosato que también libera fosforados. Los desagües domiciliarios son también muy ricos en nitrógeno”, informó.

Peligro y toxicidad Según muestras tomadas en la zona del Delta por investigadores de la Unsam (Universidad Nacional de San Martín) al menos una de las cepas de las algas es una cianobacteria del género microcystis que pueden producir la toxina microcistina. Esta cianobacteria puede ser tóxica sobre todo para niños a nivel hígado y riñón “con problemas graves también a nivel acumulativo producto de una exposición constante a las toxinas de las cianobacterias”.

“Estas algas aparecen a menudo en cuerpos de agua que no corren y son frecuente en lagos, como consecuencia de un aumento de nutrientes, sobre todo nitrógeno y fósforo. Cuando pasa esto las algas crecen más, consumen el oxígeno del agua y terminan quitando oxígeno a otros eslabones de la cadena, por lo que puede producir mortandad de peces” señaló Klekailo.

Además, estas algas generan micotoxinas que son potencialmente peligrosas para la salud humana, más que nada en relación al aparato digestivo y respiratorio. El efecto de las cenizas La docente e investigadora no descartó el efecto del fuego y la acumulación de cenizas en algunas costas como uno de los factores que favorece la aparición de estas manchas verdes en el agua del Paraná.

También alertó sobre eventuales problemas en las tomas de agua potable, ya que si bien existen procesos para purificar el agua de estas toxinas son acros y sólo están al alcance de grandes empresas. “Una pequeña cooperativa no puede afrontarlo, ni hablar la gente que consume agua río adentro” explicó.

Recomendaciones

Tanto investigadores como autoridades lanzaron una serie de recomendaciones para bañistas y usuarios del río en caso de observarse presencia de cianobacterias: no ingresar al río, no utilizar dicha agua para consumo ni para higiene personal, no desinfectar con cloro ni lavandina porque potencia la toxina, de no tener otra alternativa intentar sacar agua lo más profundo posible ya que las cianobacterias están mayormente en superficie debido a que precisan hacer fotosíntesis, y finalmente alejarse de la costa ya que en general por el viento se acumulan en ese sector.

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