Un equipo de investigadores del Museo Australiano, la Universidad Flinders y el Instituto Leibniz identificó una nueva especie de araña venenosa en Australia: Atrax christenseni, apodada “Big Boy” por su gran tamaño y apariencia imponente.
El hallazgo se produjo tras una exhaustiva revisión taxonómica que reveló que la icónica araña de Sídney, conocida por su veneno letal, en realidad está conformada por tres especies distintas: Atrax robustus, A. montanus y la recientemente identificada A. christenseni.
El estudio, publicado en la revista BMC Ecology and Evolution, analizó la genética y morfología de estos arácnidos y determinó que A. christenseni es endémica de Newcastle, al norte de Sídney. Su identificación no solo aporta al conocimiento científico, sino que también tiene implicaciones médicas, ya que los especialistas sugieren que el antídoto actual podría optimizarse considerando las diferencias biológicas entre las especies.

Peligro y precaución ante un veneno letal
Según el Museo Australiano, las arañas de este género producen picaduras altamente tóxicas para los humanos. Antes de la introducción del antiveneno en la década de 1980, se registraron al menos 13 muertes atribuidas a ellas. Aunque en la actualidad no se reportaron fallecimientos, los expertos advierten que el veneno de A. christenseni podría causar síntomas graves, como dificultad respiratoria, convulsiones y colapso del sistema nervioso.
Kane Christensen, especialista en arácnidos y colaborador en el estudio, señaló a Reuters que estos arácnidos pueden encontrarse en zonas urbanas, incluyendo garajes y dormitorios. “Si alguien encuentra una, es recomendable no manipularla y contactar a un experto”, advirtió.
Protección y conservación de una especie en riesgo
Los científicos subrayan la importancia de proteger a A. christenseni, ya que su distribución geográfica es limitada y podría verse amenazada por la expansión urbana. Además, resaltan que el estudio de la taxonomía de especies venenosas no solo impacta la ecología, sino también la salud pública.
Este descubrimiento reafirma la importancia de la investigación en biodiversidad y el papel de la ciencia en la protección de especies clave para los ecosistemas y la seguridad humana.

Un redescubrimiento significativo
De acuerdo con los expertos, el redescubrimiento de esta especie y su clasificación como “araña Big Boy”, lo llevó a convertirse en una especie independiente representa un importante avance en el campo de la biología y taxonomía de las arañas.
Por otra parte, se remarcó la importancia de hacer estudios detallados con el objetivo de corregir conceptos taxonómicos, los cuales tienen implicaciones ecológicas y médicas. A pesar de que para muchos se trate de un animal aterrador, estas arañas desempeñan un papel vital en el ecosistema y en la innovación científica.
Esta araña, considerada una especie endémica, generalmente habita en pequeños fragmentos de bosque, donde construye telas en forma de embudo muy discretas en grietas o bajo rocas para atrapar a los insectos u otros pequeños invertebrados que quedan atrapados en ella.
Fuente: INVDES- sipse.com.
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