La sonda espacial china Chang’e 4 despegó de la Tierra con el objetivo de realizar el primer aterrizaje de la historia en la cara oculta de la Luna, previsto a principios de enero.
La nave despegó en lo alto de un cohete Larga Marcha 3B desde el centro de lanzamiento de satélites de Xichang a las 18.23 GMT.
Está compuesta por un orbitador y un aterrizador, que desarrollará diferentes experimentos en una región de la superficie lunarque permanece básicamente inexplorada hasta ahora.
La Luna está bloqueada marealmente por la Tierra, de forma que tarda en girar sobre su eje el mismo tiempo que le lleva orbitar nuestro planeta.
De esa forma, desde la Tierra siempre se ve la misma cara de nuestro satélite.
El lado opuesto siempre mira en dirección contraria a la Tierra, lo que dificulta el establecimiento de comunicaciones. Para resolver el problema, China lanzó en mayo el satélite Quequiao, que permanece en un punto de atracción gravitatoria estable más allá de la Luna y permitirá ahora la comunicación con Chang’ e 4.
El sitio de aterrizaje previsto es el lecho del cráter Von Karman, de 186 kilómetros, situado en la cuenca Polo Sur-Altken, uno de los mayores cráteres de impacto conocido en el Sistema Solar, que mide 2.600 kilómetros de diámetro.