Durante los últimos años, un grupo de científicos de Estados Unidos ha trabajado para detectar el movimiento y la ubicación de las ballenas azules mientras buscan alimento en la costa oeste del país norteamericano.
La investigación ha estado a cargo del departamento de Pesquerías de la NOAA (Administración de Océanos y Atmósfera), la Universidad Estatal de Oregon y la Universidad de Maryland, e incluye una base de datos con observaciones satelitales del mar para desarrollar el primer sistema que permite predecir las ubicaciones de estos ejemplares.
El objetivo de este trabajo es anticipar la localización de estos animales y evitar así el choque con las embarcaciones que se cruzan en el camino. Se estima que los barcos de la costa oeste chocan al menos con dos ballenas al año, mientras que otras colisiones no son advertidas.
El resultado de la labor de los investigadores es WhaleWatch, sistema que ya ha sido puesto en marcha a través del sitio web de la NOAA.
‘Usamos los datos de seguimiento recopilados durante los últimos años para que nos digan dónde van las ballenas y en qué condiciones’, explicó Elliot Hazen, investigador del Southwest Fisheries Science Center de la NOAA y uno de los autores del trabajo.