Investigadores han desenterrado los restos de una nueva especie de tortuga marina gigantesca en el norte de España. Con un peso de unas dos toneladas y una longitud de 3 metros, la criatura prehistórica es la mayor de su clase jamás descubierta en Europa.
Los científicos describieron la tortuga, a la que llamaron Leviathanochelys aenigmatica, que vivió durante el periodo Cretácico, el último capítulo de la era de los dinosaurios, en un artículo publicado en Scientific Reports.
La prehistórica tortuga hace ver pequeña a la tortuga más grande de la actualidad, la tortuga laúd, que puede alcanzar los 2 metros de longitud y es conocida por sus maratonianas migraciones marinas.
La Leviathanochelys casi iguala a la mayor tortuga de la que se tiene constancia, la Archelon, que vivió hace unos 70 millones de años y alcanzó unos 4,6 metros de longitud.
Leviathanochelys aenigmatica significa “tortuga leviatán enigmática” debido a su gran tamaño y a la curiosa forma de su pelvis, que los investigadores sospechan que está relacionada con su sistema respiratorio.
“Tan larga como un Mini Cooper”
“Leviathanochelys era tan larga como un Mini Cooper, mientras que Archelon tenía el mismo tamaño que un Toyota Corolla“, dijo el paleontólogo y coautor del estudio Albert Sellés, del Institut Català de Paleontologia (ICP), un centro de investigación afiliado a la Universidad Autónoma de Barcelona.
Era bueno tener el tamaño de un coche, teniendo en cuenta el peligroso tráfico del antiguo Mar de Tethys en el que nadaba Leviathanochelys.
Enormes reptiles marinos con poderosas mandíbulas llamados mosasaurios eran los mayores depredadores, algunos de los cuales superaban los 15 metros de longitud. También acechaban varios tiburones y rayas, así como reptiles marinos de cuello largo llamados plesiosaurios.
“Atacar a un animal del tamaño de Leviathanochelys posiblemente solo podría haber sido hecho por grandes depredadores en el contexto marino. En aquella época, los grandes depredadores marinos de la zona europea eran principalmente tiburones y mosasaurios”, explica Óscar Castillo, estudiante del máster de paleontología de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor principal del estudio.
ÁPICE DEL AUMENTO DEL TAMAÑO CORPORAL
“Durante el Cretácico, hubo una tendencia en las tortugas marinas a aumentar su tamaño corporal. Leviathanochelys y Archelon podrían representar el ápice de este proceso. La razón de este aumento de tamaño corporal se ha hipotetizado como presiones depredadoras, pero podría haber otros factores”, añadió Castillo.
Otras tortugas de gran tamaño del pasado de la Tierra son Protostega y Stupendemys, ambas de unos 4 metros de longitud.
Protostega era una tortuga marina del Cretácico que vivió hace unos 85 millones de años y, al igual que su prima posterior Archelon, habitaba el gran mar interior que en aquella época dividía América del Norte en dos.
Stupendemys merodeaba por los lagos y ríos del norte de Sudamérica hace unos 7-13 millones de años, durante la época del Mioceno.
Los científicos desenterraron los restos de Leviathanochelys cerca del pueblo de Coll de Nargó, en la comarca catalana del Alt Urgell, después de que un excursionista avistara los fósiles que sobresalían del suelo en las montañas del sur de los Pirineos.
Hasta la fecha, se han encontrado partes de la parte posterior de su caparazón y la mayor parte de la cintura pélvica, pero no el cráneo, la cola ni las extremidades.
La presencia de un par de protuberancias óseas en la parte delantera de la pelvis difiere de cualquier otra tortuga marina conocida, lo que indica que Leviathanochelys representa un linaje recién descubierto.
Esto demuestra que el gigantismo en las tortugas marinas se desarrolló de forma independiente en linajes separados del Cretácico en América del Norte y Europa.