Investigadores argentinos y brasileƱos estudiaron el esqueleto casi completo y tejidos blandos de una nueva especie de rana del CretĆ”cico hallada al noreste de Brasil. Por la excelente conservaciĆ³n de este espĆ©cimen, se preservĆ³ su estĆ³mago y su Ćŗltima alimentaciĆ³n.
La nueva especie, de unos cinco centĆmetros de longitud, fue denominada Kukurubatrachus gondwanicus. Su hallazgo se produjo a ocho kilĆ³metros de la localidad de Nueva Olinda, en el estado brasileƱo de CearĆ”, donde hace 120 millones de aƱos se comenzaba a formar la costa del proto-oceano AtlĆ”ntico que terminarĆa separando a SudamĆ©rica de Ćfrica.
El doctor Federico Agnolin, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), del CONICET y de la FundaciĆ³n Azara, comentĆ³ a la Agencia CTyS-UNLaM: āEl cuerpo del Kukurubatrachus estĆ” prĆ”cticamente entero y se ha preservado incluso su contenido estomacal. SegĆŗn se estima, este animal se habrĆa alimentado de insectos y otros pequeƱos animalesā.
āLa forma de las patas y la cadera indican que esta rana era una especie saltadora, como las ranas actuales, y lo que mĆ”s nos llamĆ³ la atenciĆ³n es que su esqueleto es sorprendentemente moderno, muy parecido en todos sus aspectos a los especĆmenes que viven en la misma regiĆ³n de Brasil en la actualidadā, asegurĆ³ Agnolin, autor principal del estudio publicado en la revista cientĆfica Journal of South American Earth Sciences.
El investigador Ismar de Souza Carvalho de la Universidad Federal de Rio de Janeiro afirmĆ³ que āen este yacimiento de Nueva Olinda, donde hay rocas de entre 119 y 113 millones de aƱos, se encuentran algunos de los mejores fĆ³siles del mundo, a veces, incluso, se encuentra tejido muscular u otras partes blandas que generalmente se descomponen cuando los animales o las plantas mueren y sus restos quedan enterradosā.
āEste sitio es como una ventana en el tiempo para el conocimiento de esa parte de la historia de la vidaā, valorĆ³ Souza Carvalho. Y agregĆ³: āEn ese momento, en esta regiĆ³n, habĆa un ambiente con temperaturas cĆ”lidas y lagos no muy profundos; y esa presencia de agua permitiĆ³ que floreciera una gran cantidad de plantas y animalesā.
La rana de las piernas cruzadas El paleontĆ³logo Mauro Aranciaga del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), y becario del CONICET indicĆ³ que el estudio del Kururubatrachus presentĆ³ un gran desafĆo: āLa preservaciĆ³n del espĆ©cimen era excelente, pero antes de que su cuerpo quedara enterrado, sus restos quedaron entrelazados, por lo que su pierna derecha, estaba ubicada en el lugar de la pierna izquierda, por ejemploā.
āPara poder identificar y reacomodar los fĆ³siles de su cuerpo, tuvimos que tomar fotos bien detalladas de cada elemento y poder compararlos con otros anfibios que se han encontrado en la misma formaciĆ³n o en otros lugares cercanosā, detallĆ³ Aranciaga.
En la Ć©poca en que viviĆ³ aquella ranita, aparecieron las primeras plantas con flores en la Tierra. āEsta nueva especie pertenece a un momento muy especial en la historia del Planeta. AdemĆ”s de que en ese momento se diversificaron la cantidad de especies, tambiĆ©n estaba por ocurrir un evento muy importante: la apariciĆ³n del ocĆ©ano AtlĆ”ntico, a partir de la separaciĆ³n de AmĆ©rica del sur y de Ćfrica, que hasta ese momento estaban unidasā, expresĆ³ el investigador Souza Carvalho.
Hace unos 120 millones de aƱos, habĆa un supercontinente en el hemisferio norte llamado Laurasia y otro supercontinente al sur llamado Gondwana, el cual estaba compuesto por lo que es actualmente SudamĆ©rica, Ćfrica, Australia, la AntĆ”rtida, Madagascar y la India.
Esta especie fue nombrada Kururubatrachus gondwanicus por proceder de este gran continente del sur, en tanto que ākururuā alude a la forma en que se nombra a los batracios en algunas regiones de Brasil y del norte de Argentina.
āEn ese momento del periodo CretĆ”cico, ya se habĆa comenzado a separar SudamĆ©rica de Ćfricaā, contĆ³ Agnolin. Y aƱadiĆ³: āEste proceso generĆ³ una variedad de ambientes de lagunas, lacustres, pequeƱos rĆos, arroyos y las costas del mar; de hecho, esta nueva especie de ranita fue encontrada en lo que era la costa del comienzo de la formaciĆ³n del ocĆ©ano AtlĆ”nticoā.
Cuando vivĆa el Kururubatrachus, los mares estaban repletos de reptiles marinos y en los ambientes terrestres dominaban los dinosaurios. āEs muy difĆcil que se conserven los restos de criaturas pequeƱas, por lo que estos hallazgos son muy relevantes para comprender la evoluciĆ³n de los seres vivientesā, aseverĆ³ Souza Carvalho a la Agencia CTyS-UNLaM.
Una rana moderna de casi 120 millones de aƱos El Kururubatrachus tenĆa un esqueleto muy similar al de las ranas actuales. āEsto fue una gran sorpresa, porque los estudios genĆ©ticos habĆan estimado que las ranas modernas se habĆan originado hace unos 65 millones de aƱos, hacia fines de la era de los dinosaurios, pero esta especie es muy anterior a ese tiempoā, observĆ³ Federico Agnolin.
El doctor Fernando Novas, jefe del Laboratorio de AnatomĆa Comparada del MACN relatĆ³: āEl estudio de los anuros que convivieron con los dinosaurios se iniciĆ³ en SudamĆ©rica hacia fines de 1950, con los descubrimientos realizados por Osvaldo Reig y Rodolfo Casamiquela, quienes fueron dos grandes de la paleontologĆa argentinaā.
āEste nuevo descubrimiento del norte de Brasil aclara aspectos interesantes de la evoluciĆ³n de las ranas y vuelve a poner en evidencia la importancia de los yacimientos mesozoicos de Argentina y Brasil para reconstruir el Ć”rbol genealĆ³gico de estos anfibiosā, destacĆ³.
De la investigaciĆ³n de esta nueva especie tambiĆ©n participaron los investigadores JosĆ© Xavier-Neto del Departamento de MorfologĆa de la Universidad Federal de CearĆ” (DM-FAMED-UFC), JosĆ© Artur Ferreira Gomes de la Agencia Nacional de MinerĆa de Brasil y Francisco IdalĆ©cio Freitas de Geopark Araripe.