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Diez nuevas especies de plantas y hongos que el mundo conoció en 2022

El mundo natural sigue sorprendiendo a los científicos. Este año esto fue evidente para los investigadores del Real Jardín Botánico (RBG) de Kew, en Londres, y sus socios, quienes les dieron nombre a unas 90 plantas y 24 hongos, nuevas especies procedentes de las selvas tropicales de África central, la Mata Atlántica de Brasil e incluso las cuevas del sudeste asiático.

De acuerdo con los expertos, muchos de estos descubrimientos representan especies extremadamente raras ya amenazadas de extinción, algunas de las cuales solo existen en un único lugar y al menos una se considera ya extinguida a nivel mundial. Por eso consideran fundamental acelerar la tarea de conocer la biodiversidad del mundo para detener la crisis mundial.

El esfuerzo mundial por dar nombre a nuevas plantas y hongos produce cada año un promedio de 2.000 nuevas especies en cada uno de estos dos reinos, revelando nuevas fuentes potenciales de alimentos, medicinas y soluciones a los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad. Los datos recogidos también sirven para reforzar nuestra comprensión del mundo natural, cómo se relacionan entre sí las distintas especies y qué lugar ocupan en el árbol de la vida.

El raro erizo de la Reina Isabel II

Bautizado en honor de la reina Isabel II, el erizo de la Reina (Hydnum reginae) es una seta blanca conspicua que mide hasta 15 centímetros de ancho. El nombre común “erizo” procede de las espinas blancas y blandas que se encuentran bajo el sombrero de este hongo en lugar de las branquias. La especie se conocía anteriormente como Hydnum albidum, nombre originario de Norteamérica. Sin embargo, recientes análisis del ADN del hongo norteamericano revelaron que la europea es una especie totalmente distinta.

Un árbol en honor de una ecologista hondureña

Carpotroche caceresiae, un árbol de las selvas de Nicaragua y Honduras, fue nombrado en reconocimiento de Berta Cáceres (1971-2016), una de los 123 activistas ambientales asesinados entre 2009 y 2016 en Honduras. Este árbol crece hasta 15 m de altura, con flores blancas en forma de estrella de 20 mm de ancho en los tallos principales. Clasificada como ‘Casi amenazada’.

El nenúfar gigante más grande del mundo

El miembro más reciente del género de nenúfares Victoria, que debe su nombre a la reina Victoria, es el nenúfar gigante boliviano (Victoria boliviana). Con impresionantes hojas de hasta 3,3 metros de diámetro, es la mayor de las tres especies de Victoria conocidas. Confinada a los humedales de la Bolivia amazónica, la especie ha sido clasificada como ‘Vulnerable a la extinción’. El investigador colombiano Óscar A. Pérez-Escobar participó en el equipo que hizo posible la confirmación de esta nueva especie mediante análisis de ADN.

Guirnalda amenazada por palomas

Gomphostemma phetchaburiense, una nueva especie del género Gomphostemma (que significa “guirnalda de clavos”), es una hierba frondosa de 30 a 50 cm de altura con flores rosa púrpura. Se considera en ‘Peligro crítico de extinción en estado silvestre’ porque su población global cuenta con menos de 50 plantas, todas en un único lugar en la boca de una cueva de piedra caliza en el suroccidente de Tailandia. Se considera que las plantas están amenazadas por los excrementos de una colonia cercana de palomas bravías.

Una ‘orquídea’ extinta

Las ‘orquídeas de las cataratas’ son una familia de hierbas adaptadas a vivir en aguas rápidas. Las hidroeléctricas han provocado la extinción de varias especies, una de ellas es Saxicolella denisea, encontrada en cataratas del río Konkouré de Guinea, en África occidental. Recolectada en 2018, resultó ser nueva para la ciencia y recibió su nombre por Denise Molmou, quien la recogió.

Un Narciso turco de invierno

A pesar de haber sido nombrada recientemente nueva para la ciencia, el descubrimiento de la Sternbergia mishustinii se remonta a 1997 y al explorador ucraniano Ruslan Mishustin, que por aquel entonces recogió la semilla de una planta bulbosa desconocida en el sur de Turquía. De esta especie se conocen menos de 300 individuos en el mundo, por lo que se clasifica como ‘En peligro crítico’.

Boletus de tinta morada de Israel y Cerdeña

Investigadores de Kew y de la Universidad de Cagliari, junto con un ciudadano científico, describieron una nueva especie de boleto mediterráneo. El hongo Cyanoboletus mediterraneensis fue hallado en el norte de Israel y en Cerdeña (Italia). De tamaño pequeño a mediano, tiene una superficie afieltrada de color avellana en el sombrero y un pie y poros de color amarillo limón. Algunas partes adquieren un color azul oscuro cuando se dañan. Es candidato potencial a la ‘Lista roja mundial de hongos’, y sus hábitats deberían protegerse.

Homenaje a defensores del bosque de Ebo

Con una altura de entre 10 y 60 cm, esta planta amenazada, conocida por los británicos como ‘busy lizzie’, tiene flores bicolores rosa magenta y blanco. La nueva especie Impatiens banen debe su nombre a los Banen, defensores del bosque de Ebo y de la reserva natural de Camerún. Esta planta solo se conoce en las cúpulas de granito del interior de este bosque, amenazado por la deforestación a pesar de la suspensión de una concesión maderera en la zona en 2020 tras las protestas de las comunidades locales.

Un pariente de la batata

Mientras investigaba sobre ‘glorias de la mañana’, el equipo de Robert Scotland, de la Universidad de Oxford, se fijó en una procedencia anómala y hasta entonces desconocida de Ecuador. Utilizando material recogido en años anteriores, los científicos pudieron demostrar que la nueva especie, Ipomoea aequatoriensis, es una progenitora putativa de la batata. El descubrimiento es de gran interés, ya que el conocimiento del pariente más cercano de la batata puede conducir a obtener variedades mejoradas beneficiosas para la humanidad.

Supervivientes de la Mata Atlántica

Confinada a uno de los últimos fragmentos supervivientes de la selva tropical de la Mata Atlántica brasileña, la Eugenia paranapanemensis crece en la provincia de São Paulo, donde alcanza alturas de hasta 27 m. También conocida como pitanga amarela, la especie y sus bosques nativos (de los que solo queda un 7 %) están muy amenazados por la ganadería y la producción de maíz, soja, algodón y cereales. El equipo que descubrió esta especie la considera ‘En peligro crítico’. Hasta ahora solo se han encontrado tres árboles maduros.

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