Una misión arqueológica francesa descubrió en Luxor, Egipto, un conjunto funerario muy bien conservado que incluye, entre otros objetos, dos sarcófagos con una momia de cada sexo, respectivamente y decenas de otros esqueletos y momias menores, todo dato hace más de 3 mil años.
En uno de los sarcófagos hay una momia masculina, de un sacerdote, perteneciente a la 17ª dinastía. En el otro hay una momia femenina muy bien conservada de la 18ª dinastía.
Además, se han hallado en la zona máscaras policromadas y estatuas, además de varias momias y esqueletos de menor importancia pero también en buen estado de conservación.
Según Mostafa Waziri, director del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, en la excavación se retiraron más de 300 metros cúbicos de material.