El canto de las ballenas no puede con el ruido de los barcos

Más leídas

Los antepasados de las ballenas vivieron en tierra hasta hace unos 50 millones de años, por lo que, en su rápido camino evolutivo, tuvieron que adaptar su anatomía al medio acuático. Por ejemplo, trasladaron el espiráculo a la parte posterior del cuello para facilitar la respiración fuera del agua y ampliaron su capacidad pulmonar.

Pero en algunos casos también tuvieron que adaptar su capacidad de comunicarse, para lo cual desarrollaron unas potentes laringes que le permitían modular y amplificar los sonidos bajo el agua, emitiendo unas modulaciones que a los humanos nos parecen cantos.

Es el caso de los las ballenas barbadas, o misticetos, un orden de cetáceos que se caracteriza por poseer barbas en lugar de dientes, al que pertenecen, entre otras especies, la ballena de Groenlandia, la ballena jorobada o la ballena azul.

A diferencia de los humanos y otros mamíferos, estos cetáceos no tienen cuerdas vocales, pero sí cuentan con un tejido en forma de U que les permite inspirar grandes cantidades de aire, así como un cojín de grasa y músculo que no se da en otras especies de animales.

Mientras que sus primos hermanos, las ballenas dentadas (u odontocetos), desarrollaron un órgano vocal nasal, las barbadas hicieron lo propio con una laringe que les permitiera expulsar grandes cantidades de aire a gran potencia, lo que les permite emitir sonidos que llegan a centenares de kilómetros de distancia.

Un sistema de comunicación que les ha sido particularmente eficaz durante millones de años, pero que no es infalible ante el imparable avance de la contaminación acústica provocada por el hombre. Es lo que ha demostrado un reciente estudio publicado en la revista Nature, realizado por un equipo de investigadores austríacos y estadounidenses.

Para llevar a cabo la investigación, los investigadores se hicieron con laringes de algunos ejemplares de distintas especies y desarrollaron un experimento en el laboratorio. Insuflaron aire en estos aparatos fonadores y comprobaron cómo funcionaban y producían sonidos de baja frecuencia. Descubrieron que estos animales eran capaces de reutilizar el flujo de aire, enviándolo varias veces a los pulmones para generar nuevos sonidos.

Pero también descubrieron que estos aparatos bucales tienen unos límites fisiológicos infranqueables a determinadas profundidades”, lo que significa que no pueden escapar al ruido antropogénico provocado por la contaminación acústica provocada por las embarcaciones.

En concreto, dedujeron que solo pueden emitir su característico sonido como máximo a 100 metros de profundidad, pero que a mayores profundidades les es imposible seguir comunicándose del mismo modo.

Efectos de la contaminación acústica en los cetáceos

Los mamíferos marinos, incluidas las ballenas, usan el sonido subacuático como principal medio de comunicación y evaluación de su entorno, unas ondas sonoras que son fundamentales para la comunicación, y también importantes para la navegación o la búsqueda de alimento.

Por ello, el ecosistema sonoro de las ballenas y otros cetáceos incluye multitud de “melodías”, desde vocalizaciones para distinguir a los miembros de su propia especie a detección de cualquier proceso natural, como puede ser el viento, la lluvia o incluso el terremoto.

En ocasiones, los científicos han documentado que algunos cachalotes son capaces de identificar concretamente a miembros específicos de su propia familia. Emiten una serie de chasquidos concretos dotados de sutiles variaciones, como si fuesen nombre y apellidos de sus parientes. Sin embargo, desde el comienzo de la era industrial, los seres humanos han alterado significativamente este paisaje sonoro.

Resulta que en el agua la presión acústica es mayor que en el aire, con lo que la contaminación también es más peligrosa, pues puede afectar a muchos aspectos esenciales en los ciclos vitales de estos animales, incluidas sus funciones biológicas básicas, desde las vocalizaciones de comunicación y cortejo hasta la orientación y ecolocalización de las presas, algo que puede ser letal para estos animales.

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete! 

Últimas noticias

El secreto mejor guardado de CABA: cómo llegar al jardín más bello de la ciudad

En medio de la vida urbana del barrio de Belgrano, se encuentra el jardín más bello, a solo dos cuadras de Cabildo y Juramento

Noticias relacionadas