En 2012, un equipo de investigadores halló en la estructura Archean Maniitsoq en Groenlandia características compatibles con un cráter de meteorito de 3.000 millones de años. Sin embargo, un nuevo estudio determinó que el mismo se produjo en realidad por procesos geológicos normales.
“Los cristales de circón en la roca son como pequeñas cápsulas del tiempo. Conservan el daño antiguo causado por las ondas de choque que se obtienen por el impacto de un meteorito. No encontramos tal daño en ellos”, aseguró Chris Yakymchuk de la Universidad de Waterloo.
Luego, Chris Yakymchuk agregó que fueron para explorar el área para una posible exploración mineral, y fue a través de un examen detenido del área y los datos recopilados desde 2012 que llegamos a la conclusión de que las características son inconsistentes con el impacto de un meteorito”.
Por otro lado, el equipo de Waterloo estimó que el cráter se originó 40 millones de años después de lo estimado por el grupo anterior: “Si bien nos decepcionó que no trabajáramos en una estructura que fue el resultado de un meteorito que golpeó el planeta hace 3.000 millones de años, la ciencia se trata de hacer avanzar el conocimiento a través del descubrimiento, y nuestra comprensión de la historia antigua de la Tierra continúa evolucionando”.
Finalmente, aseguró que el nuevo descubrimiento es muy valioso para Groenlandia: “Nuestros hallazgos proporcionan datos científicos para que las empresas de recursos y los prospectores de Groenlandia encuentren nuevos recursos minerales”.