En Australia, un país donde la presencia de arácnidos es común, investigadores han encontrado uno de los yacimientos más impresionantes de las últimas décadas: el fósil de una araña gigante.
Este descubrimiento, publicado en el Zoological Journal of the Linnean Society, ha supuesto una auténtica revolución para los principales investigadores, ya que se trata del segundo más grande del mundo.
La araña gigante: un espécimen de entre 11 y 16 millones de años
Este espécimen, que tiene entre 11 y 16 millones de años, fue nombrado Megamonodontium mccluskyi, en referencia al doctor Simon McClusky, quien encontró el fósil. Similar a la especie actual Monodontium, o araña trampera, esta especie que habitó Australia hace millones de años sería cinco veces más grande.
“Solo se han encontrado cuatro fósiles de arañas en todo el continente, lo que ha dificultado a los científicos comprender su historia evolutiva. Por eso este descubrimiento es tan significativo, revela nueva información sobre la extinción de estas arañas y llena un vacío en nuestra comprensión del pasado”, explicó el autor principal del estudio, Matthew McCurry.
Importancia del descubrimiento y detalles del fósil
El pariente vivo más cercano a este fósil ahora vive en bosques húmedos desde Singapur hasta Papua Nueva Guinea. Esto sugiere que el grupo alguna vez ocupó ambientes similares en Australia continental, pero posteriormente se extinguió a medida que Australia se volvió más árida.
“No solo es la araña fosilizada más grande encontrada en Australia, sino que es el primer fósil de la familia Barychelidae encontrado en todo el mundo”, añadió el experto del Museo Australiano y la Universidad de Nueva Gales del Sur. Hay alrededor de 300 especies de arañas trampilla con patas de cepillo vivas hoy en día, pero no parecen convertirse en fósiles con mucha frecuencia debido a que pasan mucho tiempo dentro de madrigueras.
El profesor asociado de la Universidad de Canberra, Michael Frese, afirmó que este último fósil encontrado mostraba un nivel sorprendente de preservación detallada.
“La microscopía electrónica de barrido nos permitió estudiar detalles minuciosos de las garras y las cerdas de los pedipalpos, las patas y el cuerpo principal de la araña. Las setas son estructuras parecidas a pelos que pueden tener una variedad de funciones: detectar sustancias químicas y vibraciones, defender a la araña contra atacantes e incluso hacer sonido”, finalizó Frese.
Comparación con descubrimientos anteriores
Tenemos que retroceder al año 2011 para encontrar otro ejemplo de araña fosilizada gigante. Este ejemplar fue encontrado en China.
Se trataba de una hembra que vivió hace unos 165 millones de años y que pertenecía a la familia de las tejedoras de seda dorada, muy conocida actualmente. Tal como detallaron las investigaciones posteriores, esta araña medía unos 15 centímetros aproximadamente.
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