Investigadores han identificado una nueva especie de árbol en la Cordillera del Cóndor. Una región montañosa ubicada en la Amazonía, que delimita los territorios de Ecuador y Perú.
El Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) de Ecuador anunció que la especie, endémica de la zona, ha sido bautizada como “ormosia neillii”, en honor al botánico David A. Neill, quien ha contribuido al estudio y conservación de la flora ecuatoriana por más de 30 años.
Características de “ormosia neillii”
La investigación, liderada por Juan Ernesto Guevara-Andino de la Universidad de las Américas (Udla) y con participación del Marie Selby Herbarium, determinó que el árbol:
- No supera los 15 metros de altura.
- Posee hojas de tono café rojizo y textura aterciopelada.
- Sus flores presentan una coloración negra azabache o púrpura oscuro, un rasgo inusual en el reino vegetal.
“La tonalidad de sus flores podría ser una adaptación evolutiva para atraer polinizadores nocturnos”, explicó John L. Clark, investigador del Marie Selby Herbarium, en un comunicado.
Distribución geográfica y estado de conservación la nueva especie de árbol
La especie se encuentra solo en cuatro localidades dentro de la cuenca alta del río Nangaritza y el Cerro Plateado, en la Cordillera del Cóndor.
Debido a su limitada distribución y la presión sobre su hábitat, ha sido catalogada como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Amenazas y conservación
La tala indiscriminada ha reducido de forma drástica los bosques nativos, mientras que la expansión de la minería legal e ilegal pone en riesgo la supervivencia de la especie.
Pese a esto, los expertos destacan que “ormosia neillii” aún es frecuente en los bosques sobre arenisca de los tepuyes andinos.
La Cordillera del Cóndor: un refugio de biodiversidad
Este sistema montañoso, que se extiende 150 kilómetros entre Ecuador y Perú, abarca aproximadamente 1,1 millones de hectáreas y es reconocido como un punto de alta biodiversidad y endemismo, tanto para plantas como para animales.
A pesar de los esfuerzos de exploración botánica en la Amazonía ecuatoriana en los últimos 35 años, aún existen regiones inexploradas, donde podrían hallarse nuevas especies sin documentar.
El descubrimiento de “ormosia neillii” refuerza la importancia de preservar estos ecosistemas, promoviendo acciones de conservación y estudios adicionales para garantizar la protección de la flora endémica de la zona.