La cabeza cortada e intacta de un lobo gigante de 40.000 años todavía sorprende a los científicos

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La historia de los lobos y Rusia tiene cientos de capítulos. Desde embrujos hasta los que utiliza Vladimir Putín para fortalecer sus imagen, las aristas cambian y los mitos se agrandan. Y en casi todas ellas, Siberia es el marco de sus escenas.

Ese gigantesco territorio representa casi el 80% de la actual Rusia. Desde los montes Urales en el Oeste, hasta el océano Pacífico en el Este, chocándose  hacia el Norte con el océano Ártico y al Sur con Kazajistán, Mongolia, Corea del Norte y China, Siberia es, junto a Canadá y Alaska, el territorio del planeta Tierra donde más lobos viven.

Y para la ciencia y los buscadores de fósiles, esa manta infinita tundra, pantanos, ciénagas, bosques y lagos es un escenario perfecto para los hallazgos más asombrosos. El último fue a fines de 2019, cuando un pequeño cachorro de 18.000 años encontrado en la región de Yakutia, perfectamente conservado y al que llamaron Dogor, sorprendió al mundo. Pero un año antes, Siberia había sido testigo del más sorprendente de los descubrimientos de este tipo: una cabeza de lobo gigante, de 40 centímetros y 40.000 años.

La cabeza gigante fue descubierta por un lugareño en 2018 tras un deshielo a orillas del río Tirekhtyakh, también en Yakutia. Fue la más grande encontrada hasta el momento y su estado de perfecta conservación aún sigue llamando la atención de los científicos.

“Este es un descubrimiento único de los primeros restos de un lobo del Pleistoceno completamente desarrollado con su tejido preservado“, dijo el paleontólogo Albert Protopopov, de la Academia de Ciencias de la República de Sakha, a The Siberian Times en 2019. El hallazgo fue posterior al de Dogor y otros cachorros de leones cavernarios antiguos en la misma región en 2015 y 2017.

Cree que se trató de un lobo adulto de dos a cuatro años. “La singularidad de este hallazgo es que encontramos la cabeza de un lobo adulto con tejidos blandos y cerebro perfectamente conservados”, dijo entonces Protopopov.

Junto al lobo, los científicos también examinaron un cachorro de hembra de león cavernario recién descubierta. Los investigadores piensan que pudo haber muerto poco después de nacer y luego conservarse en hielo. Apodado Spartak, el cachorro también estaba en un estado increíblemente intacto, dando a los científicos una oportunidad increíble para estudiar y aprender más sobre estos antiguos especímenes.

“Sus músculos, órganos y cerebros están en buenas condiciones”, dijo a The Asahi Shimbun el paleontólogo Naoki Suzuki de la Facultad de Medicina de la Universidad Jikei en Tokio. Hoy el equipo de científicos continúa estudiando y comparando las distintas capacidades físicas y ecológicas de todos los animales hallados, lo que promete ser, a futuro, un nuevo punto en el que la ciencia podrá abrevar a la hora de intentar saber más acerca de los lobos y cánidos de la Siberia.

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