Un proyecto de ciencia participativa llamado «Objetivo Plancton» muestra fotos al microscopio de los seres vivos más pequeños del mar. Y esa simple acción está dejando perplejos a muchos de quienes viven del mar. Pescadores, socorristas o surfistas miran al agua con más respeto después de ver el catálogo del plancton. Es el resultado de ocho años de trabajo científico.
Los océanos son la principal fuente de oxígeno de nuestra atmósfera. Con más mérito que las selvas, porque producen más de la mitad del aire que respiramos. A menudo denominado el «pulmón azul» del planeta, se compone principalmente de plancton, microorganismos que viven en el mar y se mueven con las corrientes oceánicas.
Aunque a menudo se pasa por alto esta red invisible de organismos vivos, no se puede subestimar su importancia: el plancton sustenta gran parte de la vida marina, y por ende a nosotros, los humanos. Lo dicho, la selva amazónica puede considerarse un «pulmón verde», pero es en gran parte gracias al plancton que nuestro aire sigue siendo respirable.
En peligro de extinción pero necesario para nuestra supervivencia
Pero hay que hacerlo saber al público. Y en Francia el Oceanopolis de Brest, con la colaboración de Ifremer Objectif Plancton se puso manos a la obra en 2014. Con la participación de la estación de biología marina de Concarneau, el Instituto Universitario Europeo del Mar, el observatorio de plancton de Lorient, Ifremer y la fundación Explore, es un original proyecto de ciencia participativa realizado con el apoyo del mundo marítimo (asociaciones Les Glénans, Cap vers la nature, ANSEL y Astrolabe Expéditions). Y también participan la Universidad de Bretaña Occidental y la Sorbona de París.
La operativa de campo
El proyecto ofrece la oportunidad única de tomar muestras de plancton en distintos puntos a la vez. Cuatro veces al año, esta operación moviliza entre 10 y 20 embarcaciones en las costas de Brest, Concarneau y Lorient con el único objetivo de mapear la situación del plancton en cada zona de muestra.
Esos días pescadores, mariscadores y socorristas de Salvamento Marítimo salen en sus barcos, acompañados por estudiantes de biología marina, preparados todos para recoger plancton utilizando el equipo que se les entrega, y que consiste en un tubo de recogida de agua y filtrado, varias redes de espesores distintos, material disolvente y una caja isotérmica en la que van guardando las muestras hasta la llegada a puerto.
Concienciar con los catálogos de fotos
Con los años han ido haciendo una colección didáctica de fotos. La muestra de las fotos de microscopio asombra a quien la ve, como quien mira un catálogo. Algunos de ellos son tan complejos… varios parecen gambas en miniatura. Es alucinante pensar que una gamba con todos sus órganos pueda tener una réplica que se mide en unidades nano. ¡Es que no le falta ni un bigote! podría exclamar más de uno al verla. Porque en el agua -ni fuera de ella- se puede apreciar con la vista humana.
Y así con casi cualquier ser vivo marino de los que conoces. Medusas. Peces. Algas. Son más del 90% de la biomasa del mar y no la podemos ver. Por eso surgió la idea de darles vida mediática.
Organismos planctónicos visibles al ojo
Aunque la mayor parte de los organismos planctónicos son microscópicos, otros son visibles a simple vista. Entre ellos están las gambas y los caballitos de mar, qué sorpresa. Y lo que es más sorprendente, son los caballitos de mar machos los que llevan los huevos hasta que eclosionan en lugar de las hembras. Además, también se pueden encontrar medusas entre las especies planctónicas.
Pero en general no consideramos a las medusas en la familia del plancton, porque tienen capacidades de movimiento voluntario y no sólo se dejan arrastrar por la corriente. De vez en cuando incluso migran largas distancias en busca de alimento o de un entorno mejor. Por eso algunas especies pueden parecerse al plancton pero vivir de forma diferente debido a su estructura corporal y a sus capacidades natatorias.
Microplásticos y químicos de cosmética
El mar es un ecosistema diverso y complejo, al que se vierten elementos indeseados procedentes de tierra firme. Por ejemplo, el polen de las flores de forma natural, pero desgraciadamente también los microplásticos, desde pequeños fragmentos por la degradación de piezas más grandes hasta minúsculas microperlas que proceden de productos como geles de ducha o dentífricos.
Esos microplásticos son ingeridos involuntariamente por todos los organismos que habitan el mar, y les causa graves problemas de salud. Los científicos y voluntarios de Objectif Plancton no dejan de recoger este tipo de partículas en las muestras de agua con plancton recogidas en las salidas al mar. Les proporcionan datos anexos que les van a permitir medir mejor las consecuencias de ese fenónemo creciente y buscar soluciones prácticas.