La Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) avanza en una investigación pionera sobre el uso del cáñamo industrial (Cannabis sativa L.) para la recuperación de suelos contaminados, en particular los de la cuenca baja del Riachuelo. El proyecto busca evaluar el potencial de esta planta como herramienta de fitorremediación, es decir, la capacidad de absorber, estabilizar o degradar metales pesados presentes en el suelo.
El estudio, coordinado por la Secretaría de Extensión de la UNDAV y liderado por Liliana Elsegood, se desarrolla en el invernadero “Yolanda Ortiz” de la sede Piñeyro. En este espacio se construyeron ocho bancales y se colocaron 20 macetas geotextiles, utilizando tierra contaminada recolectada de la ribera del Riachuelo, combinada en algunos casos con tierra negra común. La genética de cáñamo utilizada fue provista por la empresa Ananda Pampa mediante un acuerdo de no propagación.
“El objetivo principal es explorar la efectividad del cáñamo como fitorremediador en condiciones controladas y urbanas”, explicaron los técnicos ambientales Alejandro Paoloni y Luis Príncipe, parte del equipo del proyecto. El cultivo fue sembrado en diferentes densidades para observar su comportamiento y absorción de metales pesados.
La iniciativa, financiada por la Cooperativa Lara —especializada en limpieza urbana y sostenibilidad—, se apoya en una red de colaboración que incluye a la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el Centro de Estudios de Ciencias Ambientales (CeCCA), el Instituto IDEAL Avellaneda, la Cámara Argentina de Industriales del Cáñamo y el Cannabis (CAINCCA) y la empresa Vegen, incubada en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

¿Cuáles son los objetivos del proyecto?
Entre los principales objetivos del proyecto se encuentran:
- Medir la capacidad del cáñamo para absorber metales pesados como plomo, cromo o cadmio.
- Determinar en qué parte de la planta se concentra la mayor bioacumulación.
- Evaluar si se puede reutilizar la biomasa obtenida como materia prima para textiles, materiales de construcción o productos alimenticios.
- Desarrollar insumos educativos y herramientas para orientar futuras políticas públicas de remediación ambiental.
Asimismo, la participación de Vegen abre la posibilidad de integrar a la UNDAV en el Consorcio de Innovación en Cáñamo, que promueve la medición de huella de carbono y la captación de CO₂ por parte de los cultivos.
Con esta investigación, la UNDAV se posiciona como una de las instituciones académicas referentes en el desarrollo de soluciones sustentables para problemáticas ambientales históricas, como la contaminación del Riachuelo, combinando ciencia, articulación interinstitucional y compromiso con la comunidad.

Procesan el primer cultivo de cáñamo en la Patagonia
Durante los últimos días, la Chacra Modelo de Fundación Gen en General Roca fue escenario de una jornada histórica para el Alto Valle de Río Negro: se llevó a cabo el primer procesamiento agroindustrial del cultivo de cáñamo en la Patagonia. La actividad marcó un hito en el avance hacia una matriz productiva más diversificada, sostenible e innovadora en la región.
El cáñamo es una de las plantas más versátiles conocidas por la humanidad, con usos que abarcan más de 25.000 productos en sectores como la alimentación, la construcción, la cosmética, la energía, el textil, el automotor y la medicina. A pesar de su historia milenaria —con registros desde el 2500 a.C.— se limitó su desarrollo en el país por razones políticas y culturales.
Actualmente, el cáñamo resurge como una oportunidad estratégica para impulsar la economía regional, generar empleo, diversificar la producción y fomentar prácticas sostenibles. Con bajo consumo de agua, capacidad de recuperación de suelos y múltiples aplicaciones industriales, se perfila como una herramienta clave para el desarrollo agroindustrial patagónico.
Fuente: Recetas cañameras.